Inyecciones de fuego
P. Fernando Torre, M.Sp.S.
Concepción Cabrera le dice a su hijo Manuel, sacerdote jesuita, que entonces tenía cuarenta y dos años: «Hazte muy santo, no seas pesimista».
“Pesimista” «se aplica a la persona que tiende a ver el aspecto desfavorable de las cosas, que espera o anuncia lo peor en lo que ha de ocurrir, así como a sus pensamientos, vaticinios, etcétera» (María Moliner).
Lo contrario a una persona pesimista no es solo una optimista, sino una persona esperanzada. Alguien que, al mismo tiempo que reconoce los problemas, dificultades y riesgos, cree que, contando con la guía y la fortaleza del Espíritu Santo, con inteligencia, decisión, esfuerzo y paciencia, las cosas pueden mejorar, aunque sea lentamente.
El pesimismo es un pecado contra la esperanza, pues mata toda ilusión y alegría, quita las fuerzas para trabajar o luchar y deprime el ánimo.
La persona pesimista es enemiga de sí misma, se autodestruye. Es sombría, lúgubre, malhumorada, triste. A todo le encuentra defectos; vive quejándose o reclamando. Antes de comenzar la batalla, ya se dio por vencida. Cumple su profecía fatal.
Contamina a los demás. Si alguien le ayuda o le hace un bien, sospecha de sus intenciones. Duda del afecto de los demás y prefiere rechazarlo. Se siente defraudada por todos. Tiende a aislarse.
No se experimenta amada por Dios; siente, más bien, que la ha rechazado y abandonado. Cuando le dicen: «Dios te ama y quiere lo mejor para ti», lo siente como un sarcasmo. No confía en Dios. Incluso llega a creer que se condenará.
¿Tendrá remedio una persona pesimista? Si respondimos que no, entonces hemos caído en el pesimismo. ¡Sí tiene remedio!, pero se necesita una intervención poderosa del Espíritu Santo y la mediación de personas que, desde diversas disciplinas, la acompañen y la ayuden. La persona pesimista tendrá que poner lo que está de su parte, pues si no quiere salir de ese pozo, nadie podrá sacarla.
No nos dejemos llevar por la diabólica tentación del pesimismo; seamos personas esperanzadas y esperanzadoras.