por FB: María, la Madre de Jesús y Madre nuestra, es el mejor modelo de maternidad que podemos seguir.
Cada 10 de mayo, ya sea que nuestra madre esté viva o no, los sentimientos salen a flote, surge una necesidad por transmitir nuestro amor y gratitud a aquel ser que nos albergó en su vientre.
Las palabras se agotan, buscamos poemas, frases, canciones y hasta los famosos “memes” y videos para expresarnos. Es un día en que, con diversos sentimientos, la mayoría de las personas nos manifestamos, al final, todos venimos de una mamá.
Muchas veces, es también la ocasión propicia para que, quienes hemos recibido el don de la maternidad, nos cuestionemos: ¿cómo hemos respondido a este inmenso regalo? Ninguna nacimos sabiendo ser madres, lo hemos aprendido en la práctica, es una labor que no termina y que, con el tiempo, se va haciendo más compleja.
Constantemente, pedimos la ayuda divina para realizar este trascendental rol. Podemos inspirarnos, para nuestra oración, en el siguiente texto de la beata Conchita Cabrera de Armida:
He simplificado mi vida en ser madre, mis afectos en Él, y mucho pido al Padre una fibra de su ternura; a María, un latido de su corazón; al Espíritu Santo, su fuego, sus ardores, su amor de luz, que no lastiman para acariciar a mi Jesús
María Santísima es el mejor modelo de maternidad que podemos seguir, Madre del Salvador, Madre de la Iglesia y de todos nosotros, discípula de su Hijo, obediente a la voluntad del Padre y abierta a las inspiraciones del Espíritu Santo.
Santa María de la esperanza nos anime a vivir con alegría nuestra vocación a la maternidad, a pesar de los retos que enfrentamos. Que este Año Jubilar Ella aliente nuestro peregrinar siguiendo a Jesús. En su regazo, ponemos a nuestros hijos, especialmente a aquellos que se encuentran en dificultades y a las madres que buscan sin cesar a sus hijos desaparecidos.
