por En la era digital, el uso excesivo de videojuegos y tecnología ha llevado a muchos jóvenes varones a un desequilibrio mental significativo. Debido al trauma que la pandemia del COVID-19 dejó, el tiempo frente a las pantallas ha aumentado, afectando negativamente las actividades escolares y las relaciones familiares y sociales.
La dependencia tecnológica puede llevar al aislamiento social. Al sumergirse en mundos virtuales, los jóvenes se desconectan de la realidad, disminuyendo las interacciones cara a cara esenciales para el desarrollo emocional saludable. Esto crea una barrera entre ellos y sus amigos y familiares, limitando su crecimiento personal.
El uso excesivo de videojuegos y tecnología afecta el rendimiento académico y emocional. Los jóvenes pueden descuidar sus estudios, afectando su futuro. Emocionalmente, pueden experimentar depresión, ansiedad y aumento de la agresividad, agravados por la dependencia tecnológica. Pueden sentirse atrapados en un ciclo de gratificación instantánea y vacío emocional. La presión por estar conectados y al día con las tendencias digitales genera ansiedad y estrés, llevando a sentimientos de soledad e insatisfacción.
En la era digital, los jóvenes enfrentan el desafío de equilibrar el uso saludable de la tecnología. La constante conexión y actividad en redes sociales puede ser abrumadora, pero establecer límites y equilibrar el tiempo en línea con actividades reales es crucial para mantener una buena salud mental.
Para superar la adicción tecnológica, es vital establecer límites de tiempo de pantalla, participar en actividades al aire libre e involucrarse en actividades familiares y sociales.
Es importante buscar ayuda profesional cuando el uso de la tecnología empieza a interferir significativamente con la vida diaria del joven. Esto incluye síntomas como la obsesión con los dispositivos, cambios en el estado de ánimo, aislamiento social, disminución del rendimiento académico y el uso de dispositivos para evadir problemas emocionales. Un profesional de la salud mental puede proporcionar estrategias y apoyo para manejar y superar esta adicción.
El equilibrio es la clave: la tecnología puede ser una aliada, pero solo si se tiene control de ella y no al revés.
