por Estamos de nuevo en esta época, muy esperada por muchos. Podemos, incluso, ver en las redes sociales a personas que contaban los meses por la espera de esta temporada. Es un tiempo en donde todo parece llenarse de alegría, las calles se llenan de luces de colores, de adornos Navideños, la flor de nochebuena, el árbol de Navidad se hace presente en los hogares y nos preparamos para el nacimiento del niño Jesús.
Sin embargo, a pesar de ser una fecha donde todo pareciera alegría, felicidad, de unión familiar, en algunos hogares, son fechas que pueden ser difíciles.
La inseguridad ha traído, como consecuencia, que muchas familias no estén completas, unas, pasando por una pérdida; otras, en un hospital; algunas más, sin trabajo. Hoy, podemos encontrarnos con personas que pueden sentir un gran vacío…
Recordemos que, si bien la Navidad es una época de alegría y amor, el marketing ha hecho que se convierta en algo material, perdiendo el verdadero sentido de la misma, pues solo nos enfocamos en la importancia de demostrar nuestro amor y aprecio a través de regalos, haciendo que se pierda el verdadero sentido de la Navidad.
Y es aquí donde debemos detenernos a reflexionar el verdadero sentido de la Navidad. Llevemos esa luz de paz, amistad y amor a todo aquel con quien podamos compartir estas fechas.
Porque Navidad es justo eso, compartir lo poco o mucho tengo, pero con esa sinceridad del corazón. Jesús eligió nacer en un pequeño lugar, solo con lo necesario, el amor de José y María.
Qué importante es preparar el corazón, para que el niño Jesús nazca en todo lugar; que quienes pasan por alguna dificultad puedan sentir que no están solos ni olvidados, sino que están más que presentes, que puedan sentir lo especial y valiosos que son.
Hagamos comunidad, hagamos familia. Fortalezcamos los valores humanos, enseñemos a los niños el valor de compartir con los demás, que podamos sentarnos alrededor de la mesa y escucharnos unos a otros, sin ninguna distracción; que, juntos, podamos agradecer por lo que tenemos, agradecer por este año. Que, desde el lugar donde te encuentres, el amor del niño Jesús te acompañe.
