3 de julio de 2024

Editorial del mes de Diciembre

Cercanos al horizonte del 2023-24, y conmovidos por la proximidad de la Navidad, con seguridad muchos habremos experimentado la invitación a volver la mirada sobre nuestras huellas, cercanas y lejanas, frescas o secas, fruto de todo lo vivido este año. Al acercarnos al final de todo ciclo, con la meta a la vista, revisamos anhelos, triunfos, quebrantos y heridas. Cuanto más si esa recta final discurre bajo la fe y la fuerza del amor. 

Este ejemplar se percibe así. En él los colaboradores han vaciado su fe, esperanza y amor. Es un ejemplar de humanidad introyectada sobre lo vivido y expectante ante el acontecimiento de un Dios con nosotros. 

María la Virgen Madre, constituye un referente fundamental: enmarcando el trayecto final por sus advocaciones de la Inmaculada y Guadalupe.  

¿Qué novedades llevas contigo en este año que termina?  Ana Victoria Padilla Newton propone pistas para revisarnos llegados a este punto final. Y, en la misma línea de revisión sincera, Eugenio Valle, millennial inquieto, repasa la realidad de nuestro mundo deseoso de Navidad, pero tristemente desprovisto de paz. Sobre el cómo revisarnos Georgina Aramburu nos hace recordar que “Adviento es un tiempo de espera activa”. 

A propósito de la necesidad de interiorizar, el P. Bernardo Sada, M.Sp.S. nos aconseja: “cuando callo, la vida se asoma.” En estas fiestas más proclives a ruidos y la dispersión sugiere silencio e interioridad. Así Él, que es la Vida, podrá asomarse a tu encuentro. 

“¡Qué importante es preparar el corazón, para que el niño Jesús nazca!” exclama Gaby Santos en su artículo y resulta un excelente apostillado a nuestra mirada interior;  

Adviento es un tiempo de espera activa, Gina Aramburu 

El P. Félix de Jesús Rougier, fundador de los MSpS, nos exhortaba a vivir: “con los pies en la tierra y el corazón en el sagrario”. Gabriel Villalobos, invita a vivir la Navidad recordando que la realidad del Cielo nace más bien mediante la unión de Dios y el hombre. Hemos de definir el Cielo como el contacto de la esencia del hombre con la esencia de Dios” Cuánta esperanza y gratitud despierta saber que la Navidad es el comienzo del Cielo que habrá de alcanzar su plenitud al final de los tiempos. 

En una más de sus profundas reflexiones póstumas, el P. Sergio García, M.Sp.S., advierte que Jesús es siempre “Dios que viene”, siempre anhelado, porque nunca terminaremos de esperarlo y tenerlo, recibirlo y entregarlo. Adviento nos dice que así es la vida, un continuo preparar el encuentro para volver a desear su venida siempre sorprendente. 

Esperamos que estos y demás artículos de este ejemplar navideño les acompañen mientras se aventuran en el propio corazón. No hay otro lugar donde podamos hallar con mayor claridad al Dios que es con nosotros. 

¡Feliz Navidad y un mejor año nuevo hermanos! 

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