5 de julio de 2024

Las causas de Beatificación y Canonización

de la Familia de la Cruz 

H. Alfonso Pérez Larios, M.Sp.S. (21) 

Agosto 2023 

Continuación… 

LA CASA DE ESTUDIOS DE COYOACÁN 

El Hermano Alfonso fue designado como parte del personal de la nueva fundación de Puebla a mediados de 1939, con el fin primordial de que atendiera a los Misioneros del Espíritu Santo estudiantes de Filosofía y Teología, que iban a vivir cerca del Templo de la Concepción en dicha ciudad.  

Poco duró el «Escolasticado» de esta residencia angelopolitana, pues al poco tiempo los Superiores enviaron a Roma a varios de los estudiantes, y así se disolvió esa incipiente Casa de Estudios. El Hermano Alfonso Pérez continuó prestando sus servicios en la casa de ministerio del Templo de la Concepción en Puebla, y pasó después al Santuario del Centro de Irapuato. 

Se volvió a establecer la Casa de Estudios a finales de 1943, en Juárez #15, Tlalpan, D.F, poco antes del 4o. Capítulo General de julio de 1944. Alfonso fue destinado a ese Escolasticado, en los últimos días de 1943, y fue testigo de todas las vicisitudes por las que atravesaron los estudiantes, ya que la casa era una residencia más bien pequeña: hubo que construir, pero de todas maneras el local no era suficiente, y el 23 de mayo de 1945 el Padre Tarsicio Romo, Superior entonces de dicha casa, consiguió un buen edificio grande, amplio, de 3 pisos, en la calle de Fernández Leal 31 en Coyoacán, a donde se trasladó el Escolasticado, abandonando Tlalpan. 

El Hermano Alfonso Pérez, que era el cocinero, se encargó del traslado de las cosas de la cocina y despensa, sin que por ello dejara de preparar las comidas para ese día del cambio. Al día siguiente, ya tenía organizado el servicio de cocina en la nueva residencia, lo cual ayudó muchísimo a que todo marchara bien. 

En Fernández Leal estuvo el Escolasticado cuatro hermosos e inolvidables años hasta que en mayo de 1949 se consiguió para los estudiantes la propiedad de Elenita Piña, «El Altillo», también en Coyoacán, a donde se trasladó el Escolasticado. Allí siguió Alfonso prestando su abnegado servicio hasta abril de 1954 en que, debido a su mala salud y al cansancio natural de sostener la cocina de una numerosa comunidad,de hasta 100 estudiantes, por espacio de 10 años, los Superiores lo cambiaron a la Casa de Morelia «para que descansara». 

Continuará… 

Deja un comentario