por Los cálculos renales son piedritas, que se forman dentro de los riñones, por sales y cristales de minerales: calcio, magnesio y ácido úrico. Su tamaño varía, inician como arenillas y, poco a poco, van ganando tamaño hasta llegar a ser piedritas.
Las de 1mm a 5mm pueden salir fácilmente en la orina, causando mucho dolor mientras transitan por los conductos renales. A partir de 5mm, será necesario hacer un procedimiento “litotripsia”, para fragmentar los cálculos en partes más pequeñas y facilitar, con esto, su expulsión. Otras veces, será necesario un procedimiento más complejo con una sonda para poder extraerlos.
Para evitar la formación de cálculos renales, es importante vigilar la alimentación y actividad física, tomando en cuenta lo siguiente:
Abundante consumo de agua; mujeres, 2.2 litros por día y, para los hombres, 3 litros. La orina será de color amarillo claro transparente, evitando se concentren los residuos de desecho en el riñón.
Consumir agua de limón (limonada baja en azúcar o toronjada), jugo de arándano o “cranberry”, pues su contenido de ácido cítrico previene la formación de cristales, evitando que los cálculos existentes incrementen de tamaño.
Limitar el consumo de azúcar y del jarabe de maíz de alta fructuosa, pues interfieren en la absorción del calcio y magnesio en el organismo.
Los refrescos de limón, como “7Up Free y Sprite Zero o light”, tienen un buen contenido de ácido cítrico, por lo que sí son recomendables ocasionalmente.
Caminar diariamente, por lo menos 30 minutos, acompañada de una buena hidratación.
Limitar el consumo de carne roja a no más de 170 gramos por día (el tamaño de la palma de una mano). Por su contenido de purinas, favorece la producción de ácido úrico.
También tienen purinas los mariscos, en mayor cantidad. Los huevos y pescado blanco, en menor, por lo que se pueden consumir más.
Evitar los suplementos de calcio a menos que sean prescritos por el médico.
El consumo de calcio en la leche, queso y yogurt es necesario para cada persona, a fin de completar la ingesta diaria recomendada (IDR), no consumirlos en exceso.
Tener una dieta baja en oxalatos, no más de 40 a 50 mg/día: higos, uvas, mandarinas, frijoles, zanahorias, apio, papas, pimiento, kale, espinaca, camote, calabacitas entre otras; bebidas con alto contenido de oxalatos, más de 10 mg por ración: café, té negro, bebidas con chocolate, cerveza obscura, refresco de cola, bebidas de soya, entre otras.
Es recomendable consumir juntos los alimentos con calcio y con oxalato ya que se unen antes de llegar al riñón y evitan la formación de cálculos renales.
De modo que la actividad física moderada diaria, la dieta completa con abundantes líquidos, verdura y fruta natural, una porción adecuada de proteínas de origen animal, cereales integrales y leguminosas es recomendable para prevenir la formación de cálculos renales. Si el individuo ya tuvo en el pasado cálculos renales, muy probablemente los volverá a presentar en 7 u 8 años posteriores, la prevención es lo indicado.
Fuente: Clínica Mayo (Mayo Clinic) 2022.
