8 de julio de 2024

Causas de beatificación y canonización familia de la Cruz

Continuación… 

ESTANCIA EN ROMA 

(Noviembre 1926-Noviembre 1934) 

(…) El día 13, nos levantamos como de costumbre; los Padres dijeron sus Misas, después, desayuno y preparar para irnos a embarcar, que lo teníamos que hacer a las 10:00 de la mañana, así que salimos de la casa a esa hora. Subimos al gran buque; después, nos pusimos en el puente para despedirnos, por última vez, de México. 

(…) El día 15, ya como a las 11:00, empezamos a ver tierra, pues ya llegábamos a la Habana; después de comer, salimos y, a poco, vimos el puerto. Como a las 3:00, llegamos, pero como tardan algo para anclar, no pudimos salir sino hasta después de las cuatro. Ahí, está un Padre de los nuestros (el P. Manuel Serra, M.Sp.S.) que nos esperaba. Bajamos, tomamos una lancha para salir a la ciudad. Ahí, tomamos un auto, nos llevó por todo lo principal, tiene bonitos y grandes paseos. El recorrido duró como dos horas y, por fin, llegamos a la Parroquia, donde vive el P. Serra, y a la casa anexa; nos dio de cenar y volvimos al buque para dormir. 

Ya después de unos tres días, estuve bien, el martes. El jueves, eran como las tres de la tarde, el buque se movía mucho, yo estaba en el puente viendo cómo, a pesar de tener el buque tanto peso por la carga, y en sí, el mismo buque de 15,000 toneladas, jugaban las olas con él, pues, de la parte de adelante, se inclinaba como 7 metros y el agua de las olas bañaba la cubierta. Se sentía como si se meciera en un columpio y es un poco imponente, pues parece que se va a hundir; y luego se piensa, ¡qué fuera de todos si Dios nos abandonara! Y, a pesar de todo, esa fe alienta y da tranquilidad; el agua da algunos matices con la luz y la espuma de las olas que pegan por los costados del buque; es un ruido constante el de las olas y buque. Ya los demás días pasaron bien. 

Desembarcaron en Santander, pasaron la frontera y visitaron Lourdes e, inmediatamente, tomaron el tren que los condujo hasta Roma. Los primeros días, en Roma, fueron de gran entusiasmo para todos, pero, después, iba a comenzar la vida real de esa Casa: estudios intensos de los hermanos que iban a la Universidad, monotonía del reglamento, y trabajo silencioso para los hermanos coadjutores. 

Continuará… 

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