por En esta época, mucho se habla de calidad de productos, calidad de servicios, calidad de sistemas…pero muy poca gente habla de calidad humana y, sin ella, todo lo demás es apariencia.
Hablar de calidad humana es cuidar nuestros vínculos con los demás. Es parte de la naturaleza humana dar, convivir, amar, servir y ayudar.
Necesitamos rehacer nuestros vínculos con otros seres humanos. Ni las cosas ni el dinero poseen valor intrínseco. La belleza de tener está en compartir.
Compartir la vida, las sonrisas, los sueños, las alegrías, estar presente para aquellos que nos necesitan y aprender a dar desde el corazón, para parecernos un poco más a Cristo.
Cuando hablo de calidad humana, hablo de respeto, educación, espíritu de servicio, bondad, amabilidad, responsabilidad, dulzura, paciencia, compromiso, lealtad, cariño, etcétera, hacía los demás. Son valores que debemos conservar.
La calidad humana es vivir para dejar huella, es tener una conducta positiva y valorar a quienes te rodean.
Abrir el corazón es un acto de generosidad, un ejercicio de honestidad con nuestro ser interior, deseoso de dar lo mejor de sí.
En una u otra forma, el hecho de ser humano apunta, siempre, más allá de uno mismo y esta trascendencia constituye la esencia de la existencia humana.” 1
Aprendamos a ser nosotros los que tengamos garantía de calidad… humana.
1. Viktor E. Frankl
