8 de julio de 2024

H. Alfonso Pérez Larios, M.Sp.S.

PRIMEROS AÑOS DE PROFESO

(mayo 1920 a noviembre 1926)

Continuación…

Las crónicas narran la despedida de los 6 fundadores de la Casa de Morelia, que salieron de la Ciudad de México, el 26 de octubre de 1920, acompañados del P. Félix. Las mismas crónicas siguen contando las peripecias del viaje y cómo la fundación se hizo solo hasta el día 29:

En ese mismo día, quedó establecida la exposición perpetua (diurna). El P. Félix Rougier distribuyó los cargos a los miembros de la Comunidad y al hermano Alfonso, lo nombró procurador y sacristán. El estudiante Ángel Oñate recuerda esos primeros días: Nos hospedamos en el pequeño anexo de la Cruz. Alfonso era el cocinero y ayudaba en la sacristía. en sus horas libres; no perdía ni un minuto, era activo y sacrificado, comenzó, desde entonces, a dar una amplia medida de generosidad.

Las actividades de nuestro biografiado en la nueva casa fueron dobles: para la atención del templo y para los servicios de la comunidad.

El P. José María González nos dice que: Alfonso, como siempre, dio ejemplo de caridad, amabilidad, servicio, como hermano sacristán y, a veces, encargado, al mismo tiempo, de la cocina, de la puerta, etc…, todos contábamos con su abnegación y espíritu de sacrificio amoroso.

Como lo afirma el P. Ángel Oñate: «Nos trataba bien a los 3 estudiantes de teología, que asistíamos a las clases del seminario, nos concedía antojitos. Los jueves, día de asueto, ya se sabía: pan de Acámbaro y, a medio día, las «corundas», tan ricas, con rajas de chile verde; aprendió la cocina michoacana; edificaba a las almas piadosas de aquella noble ciudad que, muchos años después, aún lo recordaban por su piedad, amabilidad y abnegación para cumplirles sus gustos: que tal florero, que tales flores, que esos adornos, etc.”

Continuará…

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