A LA MUJER – MADRE
Y, después de largos días de andar, un mesonero les ofreció su establo. Sin dudarlo, María, agradecida, acogió el lugar para recibir al hijo de …
Y, después de largos días de andar, un mesonero les ofreció su establo. Sin dudarlo, María, agradecida, acogió el lugar para recibir al hijo de …