4 de agosto de 2025

Síndrome del impostor: cuando dudas de ti… aunque no deberías

¿Te ha pasado que logras algo importante – un nuevo trabajo, una meta cumplida, un reconocimiento – y, en lugar de sentirte feliz, aparece una vocecita que te dice: “seguro fue suerte” o “no soy tan bueno como creen”? Si sí, pudieras estar experimentando lo que se llama síndrome del impostor. Y no, no es raro: le pasa a muchísimas personas, incluso a las más exitosas.

Este síndrome es un patrón de pensamiento, que nos hace sentir que no merecemos nuestros logros, como si, en cualquier momento, alguien fuera a “descubrirnos”. El problema es que esa inseguridad nos limita, nos hace dudar de nuestras capacidades y, muchas veces, nos impide seguir creciendo. Puede frenarnos, justo cuando estamos por dar un gran paso o atrevernos a algo nuevo.

Pero la buena noticia es que se puede manejar y aquí te comparto los tres mejores tips para hacerlo:

1. Reconoce tus logros, sin excusas

No digas “tuve suerte” o “cualquiera lo hubiera hecho”, mejor, haz una lista de tus esfuerzos, aprendizajes y talentos que te llevaron hasta ahí. Date el crédito que mereces. Reconocer tu camino no es arrogancia, es justicia contigo mismo. Aprende a celebrar tus avances sin sentir culpa.

2. No te compares con los demás

Cada uno tiene su ritmo, su historia y sus fortalezas. Compararte solo alimenta la inseguridad. En lugar de eso, enfócate en tu camino y en seguir creciendo a tu manera. Muchas veces, el mayor logro es no rendirte, incluso cuando la duda te acompaña.

3. Habla del tema

Compartir lo que sientes con personas de confianza ayuda mucho. Descubrirás que no estás solo y que incluso otros, a quienes admiras, han pasado por lo mismo. Hablarlo libera, da perspectiva y puede ser el primer paso para transformar la manera en la que te ves. 

Sentirse impostor no significa que lo seas. Significa que eres humano. La clave está en seguir adelante, confiando en lo que eres, en lo que has hecho y en lo que puedes llegar a ser. Con el tiempo, esa voz interior también aprenderá a reconocer tu verdadero valor…

Deja un comentario