6 de julio de 2025

Necesidad de Ti

Cada día, tenemos necesidad de cosas materiales e inmateriales. Desde que abrimos los ojos por la mañana, nuestro cuerpo experimenta apuros que atendemos de inmediato; inclusive dormidos, nuestro subconsciente, a través de los sueños da cauce a algo que sentimos nos hace falta.

Conforme vamos acumulando años y experiencia, nos damos cuenta de que hay necesidades que pueden esperar y dejamos atrás las escenas de niños que quieren ver cumplidas sus peticiones de inmediato.

Nos vamos dando cuenta de lo que verdaderamente es prioritario en la vida y no me refiero a las cosas que son indispensables para nuestra supervivencia: agua, comida, ropa, abrigo y descanso, además de la salud y la seguridad.

Hablo más bien de lo que nos produce algún bienestar o placer, lo convertimos una necesidad que, muchas veces, se nos vuelve una obsesión, ya sea personas, experiencias o posesiones; sin embargo, nos dice la Escritura “pero una sola cosa es necesaria” Lc. 10 42

Esa cosa es más bien Alguien, Jesús de Nazaret, que se entregó en la Cruz por nuestra salvación y amándonos a más no poder, se quedó en ese trozo de pan: la Eucaristía. Ella puede saciar cualquier necesidad que tengamos, sin importar de qué naturaleza sea.

La beata Conchita Cabrera de Armida escribió: Amo tanto a Jesús Eucaristía… Me ha traído tantos bienes… ¡Es mi sostén, mi alimento, mi vida, mi fortaleza! Es una necesidad indispensable para mi paso por la tierra, para mi arribo al cielo.

Solo Jesús presente y vivo en la Eucaristía llena los vacíos que nada, ni nadie, han podido llenar. La Sagrada Comunión nos da un amor único, que nos impulsa a dar amor a los demás. El Señor nos conceda amar más la Eucaristía, de tal manera que tomarla sea la necesidad preeminente de nuestra vida.

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