Siempre he creído que la caridad es un valor que puede cambiar poderosamente las condiciones desfavorables de los más necesitados. Esto lo he cerciorado en el deporte profesional, donde los atletas han gozado de una actividad económica más que ferviente para atender las más diversas problemáticas sociales que imperan en el mundo.
Han sido muchos los ejemplos que, con el fin de demostrar el valor de la caridad, desembolsan o recolectan increíbles sumas de dinero, el cual va encaminado a ayudar directamente a los más necesitados, lo que consiguen enriquecer sus valores y su espíritu.
Antes de mencionar a aquellos embajadores de buena voluntad, recuerdo estas sabias palabras del Papa Francisco, quien enfatizó que la caridad: «Nos apremia a ocuparnos de los hermanos más pequeños, más relegados. Se trata de un amor concreto, de un amor intrépido, que abraza incluso lo que no es amable; un amor que perdona, olvida, bendice y se entrega sin medida.»
Tres motores de cambio
Neymar Jr. es uno de los futbolistas más famosos y exitosos del mundo. Con un impresionante palmarés de 35 trofeos, este jugador brasileño ha participado en el proyecto «Waves for Water», donde atiende el problema de la escasez del agua en su país natal.
Asimismo, participa con frecuencia en partidos amistosos para la recolección de dinero, como el «Neymar Charity Home Game» donde en alguna ocasión recaudó la extraordinaria cifra de cien mil dólares para ayudar a los niños brasileños más vulnerables. Por si fuera poco, cuenta con su propio instituto: el «Project Institute Neymar Jr.», donde sirve al mismo propósito.
Por otro lado, encontramos a David Beckham, exfutbolista inglés que se ha ganado la máxima popularidad dentro y fuera del mundo del deporte. El exjugador del Real Madrid cuenta con la «Fundación Caritativa de Victoria y David Beckham», que apoya a diversas causas de caridad, como la provisión de sillas de ruedas para niños necesitados.
En alguna ocasión, el también exjugador del AC Milán ayudó a recaudar ciento ochenta y cinco mil dólares para la «Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad hacia Niños» para prevenir el Bullying en las escuelas en Reino Unido.
Por último, Zinedine Zidane es otro modelo de cambio que ha contribuido a la caridad. El excampeón del Mundo en Francia 98′ acude con regularidad a los partidos caritativos «contra la pobreza», donde reúne a las ex figuras del fútbol mundial, con el fin de reunir dinero para el programa de desarrollo de las Naciones Unidas.
Mi reflexión ante estos actos de caridad es la siguiente: si tenemos mucho, demos; si tenemos poco, también demos. Ser caritativos con los demás alimenta nuestra alma y refuerza nuestros valores como católicos, pues logramos demostrar la gratitud, la compasión, la empatía y la humildad ante los demás.
Información vía: Genial / Salesianos MEM