La humildad es una virtud que no todos los futbolistas muestran en nuestros días, y que sin embargo, engrandecen nuestra calidad humana como católicos, pues en palabras del Papa Francisco: “es el fundamento de la vida cristiana”
Debutar en el fútbol profesional de primera división trae consigo muchos beneficios (y más cuando se trata de una liga reconocida), pero hay dos de ellos que sobresalen del resto: fama y dinero, lo que da lugar a que algunos futbolistas presenten comportamientos déspotas y soberbios.
En nuestros días, la pérdida de piso en el fútbol y en el deporte es más común de lo que podemos creer. Afortunadamente, hay casos de éxito deportivo que nunca han dejado de mostrar su lado humano, su lado humilde.
Ngolo Kanté, el futbolista que vivía de la basura
Ejemplos en el balompié hay muchos, pero el que siempre será recordado por su humildad es el de Ngolo Kanté, futbolista francés con raíces del África Occidental, quien desde niño se dedicaba a la recolección de basura en las calles de París y sus suburbios para poder sobrevivir.
Cuando de niño inició en el fútbol, fue constantemente rechazado por los entrenadores de los equipos donde jugaba debido a su estatura. Pese a la pobreza extrema y al rechazo que vivía, el joven Kanté no desistió en conseguir su sueño: ser futbolista profesional.
Tiempo después fue recibido en un equipo de la sexta división francesa, y en unos años llegó hasta la Premier League con el Leicester City. Para no adentrarnos en detalles, les mencionaré sólo lo que ha ganado: una Premier League con el Leicester City, una Premier League, una FA Cup, una Europa League, una Champions League, una UEFA SuperCup y un Mundial de Clubes con el Chelsea, además de haber ganado la Copa del Mundo de la FIFA con Francia en Rusia 2018.
Kanté, un futbolista humilde
Kanté, quien fue nombrado por el gobierno francés como Oficial de la Legión de Honor, le ha demostrado a los amantes del fútbol su nivel de humildad. Pese a que sigue ganando millones de euros al año, sigue conservando su Mini Cooper desde que jugaba en el Leicester.
Su vestimenta no cae en lo exuberante ni en lo exótico; utiliza ropa común, sin marcas millonarias o diseños que roben los reflectores de la prensa. Asimismo, acostumbra a entrar en contacto con los aficionados, tanto, que ha aceptado invitaciones para asistir a algunos eventos.
Ejemplo de esto ocurrió en septiembre de 2018, cuando perdió un tren a París estando en alguna parte de Europa. De un momento a otro un aficionado lo reconoció y lo invitó a su casa a quedarse a cenar, a ver el fútbol en la televisión y, finalmente, jugar el videojuego FIFA, cosa que él aceptó con gusto.
«La humildad es el fundamento de la vida cristiana”
Siempre que escucho estas historias, me hace reflexionar sobre la importancia de la humildad y sencillez para los que tenemos recursos diminutos si los comparamos con los de estas grandes personalidades. Es por eso que el papa Francisco mencionó el 22 de mayo del 2024 que la humildad, “es el fundamento de la vida cristiana” y “la gran antagonista del más mortífero de los vicios: la soberbia».
Asimismo, su Santidad mencionó que: «Mientras que el orgullo y la soberbia hinchan el corazón humano, haciéndonos parecer más de lo que somos, la humildad devuelve todo a su justa dimensión: somos criaturas maravillosas pero limitadas, con virtudes y defectos. A menudo surgen en el corazón humano delirios de omnipotencia, ¡tan peligrosos! Y esto nos hace mucho daño». Sigamos la palabra de Su Santidad.
Información vía: Vatican News / Barak Fever