por León XIV ha mostrado desde el inicio de su Pontificado su amor hacia los deportes, lo que nos indica que encontrará las formas para promover la actividad física como un puente que une a las personas con la paz
Si hay algo que ha definido a los últimos Papas de nuestra Iglesia es su cercanía y pasión hacia los deportes. Nunca han ignorado que la actividad física se ha convertido, desde hace mucho tiempo, en un promotor de valores imprescindibles para el respeto y unión entre las naciones y sus pueblos.
De hecho, en alguna ocasión el Papa Francisco, consciente de la influencia de la práctica deportiva en las personas, mencionó el 30 de septiembre de 2022: “Si el mundo del deporte transmite unidad y cohesión, puede convertirse en un formidable aliado para construir la paz”.
Sin lugar a duda, estas palabras sabias definen una filosofía que ha estado presente en El Vaticano desde mandatos anteriores, y ahora no hay que dudar que el Papa León XIV seguirá con esa misma visión y ese mismo vínculo con el deporte; de hecho, ya lo ha demostrado en estos últimos días.
Deporte blanco, una pasión eterna
León XIV es un apasionado del tenis. De hecho, en una entrevista con la Orden Agustiniana comentó que era un «tenista aficionado», pero que desde que salió de Chiclayo, Perú, se le ha dificultado volver a su práctica. Su pasión por el deporte blanco es tal, que no dudó en mostrarlo ante el mundo.
Robert Francis Prevost fue electo como el Sucesor 267 de San Pedro el 8 de mayo del presente año. A los pocos días, el 14 de mayo, recibió al tenista italiano Jannik Sinner en El Vaticano, siendo el primer deportista que visita la Santa Sede en su Pontificado.
Sinner, quien es considerado tenista número 1 del mundo y poseedor de dos Grand Slams, le regaló una de sus raquetas al máximo representante de la Iglesia Católica, a su vez que le invitó a jugar tenis con él, por lo que el papa entre risas le respondió «aquí no».
Asimismo, Angelo Binaghi, quien funge como presidente de la Federación Italiana de Tenis, le obsequió una credencial que lo avala como jugador asociado a dicha Federación, a su vez que le mostraba la replica de la Copa Davis y la Billie Jean King Cup que las selecciones de Italia ganaron recientemente. Dichos trofeos son considerados como las Copas del Mundo del tenis por selecciones nacionales masculinas y femeninas, respectivamente.
Cubs no, Whitesox sí
Como buen estadounidense, Su Santidad ama el Rey de los deportes: el beisbol de las Grandes Ligas. Luego de su elección, se filtró un vídeo donde se le ve a Prevost disfrutar de la Serie Mundial de 2005 entre el equipo de sus amores, los Chicago White Sox (Liga Americana) contra los Houston Astros (Liga Nacional), en el US Cellular Field de Chicago.
Por su parte, el Chicago Sun-Times filtró una fotografía donde se le ve sonriendo mientras hace una llamada telefónica en dicha Serie Mundial. Por un momento, se especulaba que era aficionado a los Chicago Cubs; sin embargo, su hermano John Prevost, aclaró: «Él nunca fue aficionado de los Cubs, siempre fue aficionado de los Sox. Nuestra madre era aficionada de los Cubs».
Es así como la Iglesia Católica tiene en su mando a un Papa apegado al deporte, el cual encontrará las formas para promover la actividad física como un puente que une a las personas con la paz y con los buenos valores, tal y como ocurrió en épocas anteriores.
