19 de junio de 2025

Un solideo blanco que cae al piso

Al llegar el fin de la vida de un Papa presenciamos la imagen de su cuerpo en el ataúd de ciprés ataviado de los ornamentos papales; puesto en el piso, apenas con un tapete que lo separa del frio y áspero pavimento. Nos llega a nuestra memoria el hombre que, hace unos años, fue anunciado y presentado por el camarlengo quien pronunciaba la fórmula “habemus Papam”.

En esos momentos, llenos de alegría expectante y presas del ambiente efervescente, pocos atendieron a lo que este hombre decía, pues la atención se centró en conocer al hombre que aparecería por el balcón, previamente adornado con cortinas rojas y un tapete rojo, sin ningún escudo papal.

Aparecía una figura desgarbada, con un torpe caminar debido a una lesión de una de sus piernas, quien con gracia solicitó a los congregados le dieran su bendición para poder iniciar su trabajo como obispo de Roma.

Así, Francisco inició su papado, pidiendo la bendición del pueblo y poniéndose al servicio de este. Los obispos y cardenales impactados no podían creer lo que veían y escuchaban. Muchos de ellos pensaban que solo era la ocurrencia de un cardenal jesuita argentino que quería escandalizarlos, porque lo que hizo fue como quitarse el solideo blanco y tirarlo por el balcón para que cayera al piso.

Tras 12 años, un mes y ocho días, ese solideo blanco no estuvo en la cabeza de un monarca, sino en el piso de la gente.

Francisco caminó durante todos estos años manifestando su cercanía y la atención que debe tener un ministro de la iglesia con su pueblo; el respeto y cuidado que manifestó con el necesitado; sus enseñanzas,z no con grandes documentos doctrinales, sino con acciones sensibles llenas de amor.

Francisco olvidó las razones de enojo, violencia y malestar justamente para mantener distancia y silencio con la Iglesia de la reforma y convidándolos a acercarse les abrió las puertas del Vaticano.

Con la iglesia ortodoxa se unifico y abrió la mente y el corazón para encontrar el camino del amor; con los judíos descubrir la misma pascua, como es Dios quien nos atiende y entiende a todos… pero su solideo en el piso también convocó a la iglesia para que expresara su necesidad de cambios y formas de actuar donde la voz del fiel se hiciera presente de una forma concreta y ordenada.

Francisco, ha partido a la casa del Padre, con su solideo en la mano.

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