por De entre todas mis pasiones, hay una que destaco por sobre todas las cosas: deporte. Debido a que mi campo de estudio (la Comunicación) y mi especialización (la Crónica Deportiva) lo requieren, he tenido que estudiar de manera constante sobre todo lo que envuelven a las prácticas deportivas.
Tengo la fortuna de encontrarme con historias maravillosas. Algunas de ellas sirven de ejemplo para los deportistas y para la sociedad. Recientemente leí acerca de los Fair Plays más famosos en el fútbol. Hay uno que me llamó la atención: el de Miroslav Klose efectuado en el encuentro entre Napoli y Lazio, correspondiente a la quinta jornada de la liga italiana, en 2012.
Antes de seguir, les quiero aclarar de manera sintetizada sobre lo que es el Fair Play. Si lo traducimos al español, significa «Juego limpio». Este acto es identificable cuando un deportista muestra una actitud en pro a la ética, a la honestidad, y al respeto.
Como lo escribí, uno de estos actos que se me quedaron en la cabeza fue el del alemán Klose, considerado uno de los mejores atacantes en la historia del fútbol. Al minuto 4′ del encuentro, hubo un tiro de esquina a favor de la Lazio (equipo donde militó). Al momento de cobrarse , el jugador germano remató con la mano. El árbitro lo marcó como bueno, generándole reclamos por parte de los napolitanos.
El árbitro se acercó a Klose y le preguntó si había rematado con la mano, lo que el alemán le confirmó con absoluta honestidad; anularon el gol, y al término del partido Napoli ganó 3-0. Lo relevante de esta historia es la honestidad (nada común en el fútbol)
que mostró Klose.
Su significado es profundo, pues evitó obtener un beneficio injusto mediante la ilegalidad. Como seres conscientes de lo bueno y lo malo, debemos obligarnos a buscar la honestidad en nuestros procesos diarios, como lo puede ser la escuela o el trabajo, con el fin de obtener recompensas mediante la integridad y honradez.
Es así como estos Fair Plays son aplicables en el deporte y en la vida.
