Tiempo de Pascua, tiempo de esperanza; de recordar y tener presente que Cristo vive.
El Papa Francisco nos recuerda que Pascua significa paso; porque en Jesús se realizó el paso definitivo de la humanidad, de la muerte a la vida, del pecado a la gracia, del miedo a la confianza, de la desolación a la comunión. Él es el Señor del tiempo y de la historia.
Así mismo, reafirma que la Pascua de Cristo es la victoria de la vida sobre la muerte, el triunfo de la luz sobre las tinieblas, el renacimiento de la esperanza entre los escombros del fracaso. Por lo tanto, nosotros tenemos que mirar hacia Él, hacia el Dios de lo imposible.
Cristo Jesús entregó su vida por nosotros en aquella cruz y también, por nosotros, resucitó a la vida eterna, para ser nuestra esperanza.
Cristo verdaderamente ha resucitado. La esperanza no es una ilusión, es verdad, y, a partir de la Pascua, el camino de la humanidad, marcado por la esperanza, avanza veloz.
La Pascua es alegría, la alegría de saber que Dios está con nosotros, que está aquí, que vive.
Siguiendo las palabras del Papa Francisco: Dejémonos sorprender por el gozoso anuncio de la Pascua. Apresurémonos a superar los conflictos y las divisiones, y a abrir nuestros corazones a quien más lo necesita. Apresurémonos a recorrer los senderos de paz y fraternidad.
¡Cristo vive!
En palabras del papa Francisco, deja que tu corazón estalle de júbilo. Cantemos la resurrección de Jesús juntos.