Si hay algo que define a la identidad cultural de Argentina es su fútbol, el cual está adherido a la vida de todo argentino desde que son concebidos, y en la vida del papa Francisco no fue la excepción, ya que desde niño fue un fiel hincha del Club Atlético San Lorenzo de Almagro.
Su Santidad el Papa Francisco, quien falleció este lunes de pascua, nació en Flores, Buenos Aires, el 17 de diciembre de 1936, en una familia que practicaba el fútbol y que era seguidora del Club San Lorenzo, el cual fue fundado en 1908.
Jorge Mario Bergoglio era un aficionado que, desde el estadio Viejo Gasómetro, seguía los pasos del club de sus amores, sin importar victorias o derrotas. En alguna ocasión recordó con cariño de cuando vio a su equipo coronarse como campeón de la Primera División de Argentina en el año 1946, cuando él tenía solamente 10 años.
Amaba tanto la camiseta azulgrana, que tiempo después llegó a ser miembro honorario del ‘El Ciclón’ desde el 12 de marzo del 2008. Dos años después, el club decidió crear en su Ciudad Deportiva la capilla de San Lorenzo, la cual fue fundado el 1° de abril de 2010 por Bergoglio, quien por esos años fungía como primado de Argentina.
4 años después, una casualidad «divina» ocurrió. Y es que el San Lorenzo quedó campeón de la Copa Libertadores (considerado el torneo de mayor prestigio en Sudamérica a nivel de clubes) por primera vez en su historia, esto a un año antes de cuando Bergolio fue elegido como el Sucesor 266 de San Pedro. Tiempo después, recibió en El Vaticano al equipo en una audiencia pública para reconocerlos.
Debido a su fallecimiento, Marcelo Moretti, presidente del club de sus amores se despidió del papa vía redes sociales, recordando que en su visita a la Santa Sede en 2024 le pidió permiso para que su nuevo estadio lleve el nombre de ‘Papa Francisco’.
Se fue Francisco, un Papa que encontró en el fútbol y en el Club Atlético San Lorenzo un rico complemento en su vida y un fiel amor que durará para la eternidad.
Con información de TUDN y López-Dóriga Digital