19 de abril de 2025

La Cuaresma, mucho más que 40 días

El pasado 5 de marzo se celebró el “miércoles de ceniza” dando así inicio a un tiempo importante para la Iglesia: La Cuaresma. Este periodo, además de ser valioso por muchísimas razones, tiene un significado profundo para todos los católicos devotos.

¿Cuál es el significado de la Cuaresma?

Este es un hermoso tiempo de reflexión, silencio y retiro, lo cual nos prepara para celebrar la gran fiesta del Misterio Pascual. Este periodo tiene una prolongación de 40 días, hasta el Jueves Santo.

Una de las mayores características de esta celebración reside en su color. Y es que el color morado enciende todas las celebraciones litúrgicas que transcurren a lo largo de dicho periodo de tiempo.

La Cuaresma, además de representar un momento que simboliza la conversión, la penitencia y el arrepentimiento de corazón, es un tiempo de oración intensa, de abstinencia y de obras de caridad.

La Cuaresma no debe ser visto como un tiempo de privaciones o sacrificios sin lógica; más bien tiene que verse como una oportunidad de preparación profunda para ir creciendo en obras de caridad y para aumentar nuestra espiritualidad y nuestro vínculo con Jesús, así como para ir quitando de nuestra vida todo lo que nos impide celebrar la gran fiesta de la Resurrección de Dios Hijo.

Uno de los ritos más característicos de esta fiesta es la ceniza que nos ponen en la frente. Su significado es profundo, pues es una señal de auto reconocimiento, la cual significa que no somos perfectos, sino más bien pecadores.

 La Cruz de ceniza muestra el deseo verdadero y personal de querer cambiar y aceptar a Cristo como Rey de nuestra alma y nuestra vida; es decir, con ella mostramos  arrepentimiento y conversión. Es por eso que, al recibir la ceniza, se recita cualquiera de lo siguiente:

*»Arrepiéntete y cree en el Evangelio» .

*»Polvo eres, y en polvo te convertirás».

Asimismo, la Cruz de ceniza nos hace recordar que nuestra vida es inmediata, pasajera y breve, y que nuestro último destino nos espera en el cielo junto con Jesús, el cual nos prometió la vida eterna.

Mantengámonos estos 40 días llenos de fe, penitencia, arrepentimiento, con el fin de entrar en júbilo por el festejo de la Resurrección de Jesús (es decir, la Pascua), y con ello la renovación de nuestras almas.

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