8 de junio de 2025

Nuestro Mejor Amigo

Jesús es el mejor amigo. Lo sabemos, pero ¿lo experimentamos? Su amor y su amistad se unen en su persona liberadora de todo mal, de toda insuficiencia vital. 

No quiero pasar por alto lo que la sociedad de consumo acostumbra a celebrar este día. Hay aspectos positivos de los acontecimientos, que nos permiten adentrarnos en un mundo de valores para recuperarlos. A mis buenos amigos les conservo gratitud, admiración, abrazo. Amor y amistad de cercanía, de compasión, de riesgo, de eficacia, de solidaridad y buena voluntad.

Pero quiero ahondar en el amigo, Jesús, que sabe compadecerse con todas sus expresiones y consecuencias: “Se le acercó, a Jesús, un leproso para suplicarle de rodillas: si tú quieres, puedes curarme. Jesús se compadeció de él y, extendiendo la mano, lo tocó y le dijo: Sí quiero, sana” (Mc 1, 40-45).

Amor y amistad de cercanía, de compasión, de riesgo, de eficacia, de solidaridad y buena voluntad.

Se trata de un leproso atrevido, arriesgándose a acudir, donde hay mucha gente en torno a Jesús, y la ley se lo prohibía. Lleva en su corazón una convicción expresada en una breve oración, “si quieres, puedes sanarme”. No hicieron falta más palabras, ruegos y súplicas. Después, se convertirá en un fan amigo de Jesús.

Conocer y reconocer, proclamar y divulgar, manifestar lo que le ha sucedido, después del encuentro con Jesús. Una vez atrapados por la misericordia de Jesús, no se puede no hablar o permanecer en la indiferencia. El leproso es otro, desde el encuentro con Jesús, y esto merece la pena proclamarlo.

¿Cómo vería san José a su Hijo, después de estas primeras acciones liberadoras? Seguramente, con la satisfacción de haber participado, como nadie, en el crecimiento de su hijo Jesús.

Dice el Papa Francisco: José no es un hombre que se resigna pasivamente. Es un protagonista, valiente y fuerte. José se ve reflejado en Jesús, que acoge a todos, sin importar su condición. 

Amar lo que Jesús ama y como Jesús, el mejor amigo, ama. Vamos a José, para que nos enseñe a vivir acogiendo el designio amoroso del Padre en Jesús y con Jesús. Amén.

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