15 de enero de 2025

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Adviento, esperar con esperanza

PARA FB: Vivamos el Adviento con una esperanza que no se limite simplemente a esperar; seamos peregrinos de la esperanza.

El Adviento es un tiempo muy bonito, que marca el inicio del calendario litúrgico, viene del latín ad-venio, que quiere decir «venir, llegar», comprende desde el cuarto domingo previo a la Navidad y hasta la Nochebuena.

Igual que en Cuaresma, el color morado indica que es un tiempo de preparación, las lecturas de estos días nos hablan tanto de la segunda venida de Jesucristo, al final de los tiempos, como de su llegada en la historia. Los pasajes proféticos del Antiguo Testamento, los Salmos que cantan la salvación y las Cartas paulinas nos exhortan a vivir con esperanza su venida.

El mundo desea que Jesús nazca trayendo amor, paz y justicia, pero nuestro corazón está como aquel pesebre: pobre, frio, vacío y sucio. Por eso, el Adviento es un tiempo de espera-activa en el que, mientras esperamos, nos vamos preparando; es decir, no vivimos una esperanza que simplemente espera.

La beata Conchita Cabrera de Armida decía: Mi pobre alma, más que el regazo de María, se parece al pesebre; pobre, sucio y lleno de miserias, pero es un pesebre que quisiera ser regazo.

Lo que transformó el pesebre de Belén fue el amor de María y José, con voluntad y amor, renovaron ese humilde lugar. Nosotros podemos calentar la morada de nuestro corazón con actos de amor al prójimo. El amor lo cambia todo.

El Papa Francisco, en ocasión del Jubileo, nos invita a ser peregrinos de la esperanza, el Adviento es un tiempo idóneo para espereranzar. “¡Esperanzar es levantarse, esperanzar es perseguir algo, esperanzar es construir, esperanzar es no destruir!”

“Vamos a vivir el Adviento con la alegría de saber que el Redentor ya viene. “Somos lo que esperamos”

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