8 de febrero de 2025

¿SERA AMOR?

Laura Platero Pérez

Hace casi algunos años, mi hijo mayor me dijo: mamá, por qué dicen al final de los cuentos: «y se casaron y fueron felices para siempre”, en lugar de «y se casaron y comenzaron los problemas «…. 

Después de trabajar en encuentro de novios, me di cuenta de que esta situación se debe a la falta de prevención, pues nadie experimenta en cabeza ajena. El amor y la ilusión no nos permiten ver claramente.

Pensamos que esos patrones de comportamiento violentos, agresivos, abusivos son «defectos de carácter», que no son tan graves, que los podemos cambiar, cuando nos casemos, porque nos ama. Que los celos, jalones, empujones son su forma de demostrar amor; que los gritos, insultos, burlas, sarcasmos, ridiculizaciones me los gané; permito que me diga cómo vestir, con quién puedo hablar, a escoger a mis amistades, que no debo tener amigos del otro sexo.

Lo que vemos como cualidades, como ser tan amiguero(a), tan buen hijo(a), que antepone a sus padres, hermanos, amigos, nos causarán tremendos problemas; que su familia tenga autoridad sobre mí, sobre nuestra relación. Que me diga cuándo puedo o no ver a mis padres y hermanos; si puedo estudiar o trabajar, que disponga de mis ingresos controlándome.  

Esto no es una invención, ni propio de una clase social. Comienza desde el noviazgo, de manera casi imperceptible, nos vamos acostumbrando a aceptar conductas equívocas. No escuchamos consejos ni advertencias de otras personas, hasta que nos sobrepasa…

Tu relación, ¿te causa alegría, te da paz, te sientes apoyado, motivado, te reta, te anima, te sientes amado y correspondido? Sin importar el punto en que estés, acércate al amor infinito de Jesús, busca ayuda, recuerda que más vale un minuto tarde que uno de silencio. No te preocupes si no has encontrado el verdadero amor, este llegará cuando menos lo esperes, pleno y maravilloso, un amor que te enriquezca y haga feliz.  

Pero ¿qué crees? la mejor noticia del mundo es que ¡no estás solo(a)!  hay alguien que te ama tanto, que te escucha, consuela y te acerca a otras personas, a través de quienes te habla, te hace ver claramente aquello que te lastima, con la única intención de que seas realmente feliz y que tu relación sea un reflejo de Su Amor. 

¡Si, lo descubriste! Se llama Jesús y, si le permites ser parte de tu relación, será tu apoyo, el motor de tu alegría, tu consejero: el amor mismo.

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