por Por los caminos del Evangelio
Amor expresado en ternura
P. Sergio García, M.Sp.S. +
Hoy, el ambiente social, político, religioso, ha cambiado las realidades que creíamos seguras en nuestra vida. Vivimos con el miedo sobre nosotros y viene Jesús haciendo acopio de toda la ternura que define su corazón y nos susurra al oído: “No temas, pequeño rebaño… porque el Padre ha tenido a bien darte el Reino. Porque, donde está tu tesoro, ahí estará tu corazón” (Lc 12, 32).
Cuánta falta nos hacen estas palabras para enfrentar el dolor de la inseguridad, la amenaza, la muerte, la injusticia, la insolidaridad. Toda la fuerza de exigencia que caracteriza la palabra de Jesús tiene palabras llenas de consuelo, paz, esperanza y vida nueva.
No temas, en labios de Jesús, quiere decir “no sigas teniendo miedo”. Tener miedo ante las sorpresas, amenazas, acumulación de desgracias es inevitable; lo evitable es vivir permanentemente en ese miedo.
¡Sí, el Padre! El Padre que ha enviado a su Hijo, para que tengamos vida y podamos experimentarla en abundancia, porque vivimos bajo Su mirada amorosa. El Padre abre sus manos para decirnos que ahí vivimos, que corremos por su cuenta, que le interesa cuidar lo que es suyo. Le pertenecemos por obra de Creación, de Redención, de Santificación, de fusión del tiempo y la eternidad transitando en los amplios espacios de su corazón. Porque esa es la verdad, de su corazón a sus manos, de sus manos a su corazón, dejarnos vivir bajo su mirada amorosa.
La vida que una vez puesta en marcha no termina, sino que tiene su plenitud en la eternidad. El corazón de Jesús es el único tesoro al cual podemos aspirar tener todos: “vengan a mí, los que están cansados y agobiados, que yo les aliviaré… aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón”.
Nos corresponde seriamente una obra de discernimiento: Trabajemos por la justicia y la verdad, por el amor, el perdón y la paz. Eso es la tarea de la nueva evangelización.
Qué testimonio y qué ejemplo de humildad, ternura, cariño, caricia y fortaleza nos da nuestro querido Papa Francisco. “Donde está tu tesoro, ahí está tu corazón”. Nuestro corazón está en la invitación a la confianza, a la ternura, a la cercanía amorosa y a llenar el corazón con la vida que Jesús nos ofrece.
Santa María, pronto celebraremos la fiesta de tu plenitud, tu Asunción. Ahora, queremos vivir estos momentos con nosotros, para que nuestra admiración y amor crezcan. Amén.
