El servir es, para el mundo, ponerse a los pies de los que tienen y pueden, más solo aquel que tiene libertad y dominio sobre sí mismo puede ponerse al servicio de los demás; solo quien es sensible a la necesidad y tiene la capacidad de comunicarse con aquel que lo necesita puede atenderlo y darle una respuesta a aquello que lo aflige o lo impide.
Para dar, hay que tener y entender qué es lo que cada uno requiere para que, con amor y generosidad, podamos asistir al necesitado, escuchar cuáles son sus necesidades, darle la opción con qué se le puede atender y que reciba aquello que necesite.
Servir no solo es tener lo necesario para poder ayudar a los demás, ni solo tener la disposición para hacerlo; es muy importante el acercamiento, la comunicación, el respeto a su realidad y, desde su perspectiva, encontrar la forma de atender sus carencias.
Todo esto, buscando siempre dar seguridad y atención a sus necesidades, respetando lo que pide y escuchando lo que realmente necesita, para que pueda recibir lo que se le ofrece; tener la intención de auxilio para que pueda, no solo satisfacer lo inmediato, sino que encuentre la forma de ser autosuficiente y librarse de la dependencia, siempre con dignidad y dándole la seguridad de que, por un acto de amor, se le atiende, se le sirve y se busca su bienestar.
Porque el reino de Dios se hace presente, cuando, a quienes Dios se hace presente, se comunican sus realidades, cooperan para crecer y liberarse de dependencias, manifestando cada uno su capacidad de atender al otro con los dones que cada uno tiene, demostrando la dignidad de herederos del Reino, al tener la libertad total de donarse y entregarse en la atención del dolor, la soledad o necesidad que apremia y somete al hermano. El servir es mantenerse siempre libre de la dependencia en la que el mundo tiene al hombre que, por el miedo y el dolor, no se atreve a ver a los que ha despojado u olvidado; así, el que sirve vuelve su vista hacia ellos y tiende su mano fuerte para que, con la ayuda de Dios, los reinstale en la asamblea y les dé un lugar digno en ella.