por Julio = verano = vacaciones
Normalmente, así es la ecuación. Llega este mes y lo que primero se nos viene a la mente es un ambiente de relajación, sol, arena y mar. Terminan las clases para los estudiantes y, tanto ellos como sus padres, corren hacia un verano espectacular lleno de aventuras y diversión. Y eso está muy bien…
Lo que también está muy bien es darnos cuenta de que, a estas alturas, ya pasó la primera mitad del año y, lógicamente, viene la segunda. No hay ciencia en esto. En donde sí está la “ciencia” es en enfocarnos en hacer un análisis, tanto de los logros como de los desaciertos que tuvimos durante los primeros seis meses, y sentar las bases para lo que queremos que suceda en los que están por venir.
Podemos empezar con preguntas “sencillas” y no por eso menos profundas como:
¿Cuáles fueron los aprendizajes que me regaló la vida? ¿Qué aciertos tuve y qué pude haber hecho distinto para obtener mejores resultados? ¿A partir de ahora, cómo quiero que sean los próximos 180 días? ¿Qué avances quiero tener en mi vida? ¿Qué cambios o ajustes debo propiciar para que eso suceda? ¿En qué aspectos debo trabajar? ¿Qué tengo que dejar atrás? Básicamente ¿y, de aquí, hacia dónde?
Si te das cuenta, estas son preguntas que funcionan como una brújula que te guía hacia la dirección correcta. En principio, te permiten hacer una evaluación de lo que ha sucedido en tu vida durante el año y, a la vez, te permiten enfocarte en cambiar o mejorar los aspectos necesarios para llegar a donde sabes que puedes llegar. Y, ojo, escribo “sabes” porque, ya sea que te quieras dar cuenta o no, tú sabes qué es lo que puedes lograr y cuáles son los ajustes que debes provocar para que las cosas sean como las has soñado.
¡Disfruta el verano y la temporada! Pero no olvides que la vida siempre te ofrece un espacio para crecer…
