por La ansiedad es común entre las mujeres mayores y puede ser muy molesta, al punto de convertirse en un problema serio. Muchas veces, la ansiedad no se diagnostica ni se trata, por lo que es importante entenderla y tomar acción.
Después de los 45 años surgen nuevas experiencias significativas como los cambios en la carrera profesional, la desvinculación de los hijos, muchas mujeres se convierten en cuidadoras de padres mayores, suceden pérdidas importantes o se tiene la sensación de no tener un propósito, lo que lleva al re-descubrimiento personal.
De la misma forma, los cambios en la salud comienzan con la menopausia y la postmenopausia, etapas importantes de la vida, que pueden empeorar la ansiedad debido a los cambios hormonales.
Sentirse ansiosa en esta etapa de la vida es una respuesta natural a los grandes cambios que se están viviendo. Reconocer la ansiedad como una reacción a nuevas circunstancias puede ayudar a manejarla mejor. En este contexto, la ansiedad puede ser una señal para hacer cambios en el estilo de vida y buscar apoyo.
Primero, siempre, hay cuatro cosas importantes que se deben hacer:
- Hacer ejercicio suave regularmente (caminar, nadar, yoga, etc.)
- Comer de manera saludable
- Dormir al menos 6-8 horas al día
- Mantener una vida social activa
Sin embargo, la ansiedad relacionada con el envejecimiento y los cambios en la vida es un problema complejo que necesita diferentes tipos de atención. Consultar con profesionales de la salud física y mental es muy importante para obtener un diagnóstico correcto, recibir tratamientos efectivos y mejorar la calidad de vida. Un enfoque que combine la atención médica y psicológica puede proporcionar las herramientas necesarias para manejar la ansiedad y vivir de manera más plena y saludable. No dude en buscar ayuda y aprovechar los recursos que tiene disponibles para su bienestar.
Enfrentar la edad después de los 45 años es una oportunidad para valorar la experiencia adquirida y vivir de manera auténtica. Como dijo Séneca, ‘No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas”. Este es un momento para reflexionar, reinventarse y encontrar propósito en cada etapa, aceptando con gracia el cambio y la transformación.
