Hoy hablaremos sobre la importancia de cuidar nuestra salud mental y entender cómo la presión social y profesional nos pueden generar estrés y ansiedad.
La presión social es la influencia de personas o grupos que intentan moldear nuestras actitudes y comportamientos. Desde la infancia, aprendemos a buscar la aprobación de otros. En adultos jóvenes, esta presión puede intensificarse en el ámbito profesional y social. La ansiedad y el estrés surgen cuando sentimos que no cumplimos con las expectativas externas.
En la era de las redes sociales y la constante comparación, la presión social siempre está presente. Sentirse ansioso o estresado es una respuesta natural a estas expectativas. Reconocer que todos enfrentamos desafíos similares puede ayudarnos a sentirnos menos solos y más comprendidos.
De la misma forma, el trabajo ocupa un lugar central en nuestras vidas. Aunque puede brindar satisfacción personal, desarrollo profesional y estabilidad económica, también es una gran fuente de presión y estrés.
El exceso de trabajo, la falta de control sobre nuestras tareas, un ambiente laboral hostil y expectativas poco realistas pueden tener un impacto significativo en nuestra salud mental. Algunos ajustes en nuestros estilos de vida que pueden ayudar a largo plazo son hacer ejercicio regularmente, pues ayuda a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo, también tener una alimentación balanceada mejora la energía y concentración, así como dormir al menos ocho horas diarias.
Una buena rutina de autocuidado debe incluir:
Tener tiempo para uno mismo, dedicándolo a actividades que disfrutemos.
Mantener relaciones cercanas y de apoyo con nuestras familias y amigos para compartir nuestras preocupaciones.
Estar en contacto con nuestro lado espiritual, pues esto puede proporcionar consuelo.
Aprender a decir “no” a tareas adicionales en el trabajo y tomar descansos regulares.
Organizar nuestro trabajo de forma eficiente y priorizar las tareas importantes.
Incorporar técnicas como la meditación, el yoga y la respiración profunda.
Si el estrés y la ansiedad interfieren significativamente con tu vida diaria, es muy importante que busques ayuda profesional.