8 de julio de 2024

El Bautista

Cada 24 de junio, se celebra el nacimiento de San Juan el bautista, quien se dedicó a predicar la llegada del Mesías, ganando gran número de seguidores, a quienes bautizaba en el río Jordán. Hijo de santa Isabel y Zacarias, por lo tanto, primo de Jesús. Zacarías era sacerdote del culto judío. Él no creyó enseguida el anuncio de una paternidad ya inesperada y, por este motivo, quedó mudo, hasta el día de la circuncisión del niño, al cual él y su mujer le dieron el nombre indicado por Dios; es decir, Juan, que significa el Señor hace gracia. 

Juan es considerado el último profeta. Preparó los corazones de muchos para la venida deJesús, quien acudió con él para que lo bautizara y, ahí, podría decirse que fue el inicio del camino público de Jesús. 

En el momento en que Jesús fue bautizado, se abrieron los cielos y se vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma. En aquel momento, se oyó una voz del cielo que decía: «Este es mi Hijo muy amado, en quien tengo todas mis complacencias». 

El Bautista había comprendido mejor la identidad de Jesús, su misión y, de ello, dio testimonio en primera persona diciendo: He visto al Espíritu, en forma de paloma, descender del cielo y posarse sobre el que me envió a bautizar con agua. Me dijo: Aquel sobre quien vieres que baja el Espíritu Santo y se posa sobre Él, ese es el que ha de bautizar con el Espíritu Santo. Yo lo he visto y, por eso, doy testimonio de que Él es el Hijo de Dios. 

Juan el Bautista reconoce la divinidad de Jesús. No solo salta en el vientre de su madre, sino que instruye a sus discípulos, Andrés y Juan, a seguir a Jesús, llamándolo Cordero de Dios. 

Esto nos deja una gran enseñanza. Dar testimonio de quién es el Señor Jesús implica haberse encontrado con Él, en lo íntimo del corazón, e implica también, como nos lo testimonia Juan, reconocer el propio llamado. Somos invitados a reconocer el llamado que todos tenemos de ser discípulos. Reconocer a Jesús, como el Hijo de Dios, nos permite sabernos discípulos suyos, seguimos sus pasos y buscamos hacer vida lo que Él nos dice.  

Juan murió decapitado a instancias de Salomé, hija de Herodías y sobrina de Herodes, quienes lo encarcelaron por denunciar su unión.  

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