15 de enero de 2025

Editorial: Abril 2024 «Viernes Santo»

Abril podríamos comenzarlo con una pregunta: ¿Cómo aprendieron los discípulos a vivir el tiempo Pascual? Al Jesús que se experimentaba sensiblemente cada día ahora es un acontecimiento de fe y Gracia. Con Jesús resucitado el trato se traslada a un nivel cordial y espiritual. Él que, por nuestra parte, ha sido el único conocido a lo largo de nuestras vidas.  

Nuestro ejemplar de abril presenta artículos que en su trasfondo quieren responder a diversas preguntas en clave de discípulos cristianos. 

La invitación a “ser como niños” es un reto que nos empuja a hacernos simples, tener confianza total en Dios y tener un corazón inocente. Significa integrar las actitudes de los niños en la vida adulta, recibir el Reino como un regalo con confianza, alegría y agradecimiento, reflexiona Gisele Scarniere en su artículo “Ser como niños”. 

Tere Rojas, en “Redención compartida” se informa a través de la beata Conchita Cabrera de Armida, y medita sobre la redención. Conchita en diálogo místico le preguntó a Jesús “¿todavía ahora cargas Tú todos los pecados?  Y Él le respondió:  Nunca dejaré de ser Redentor hasta siempre y en el mundo, hasta que quede un alma por salvar. Jesús nos anima a vivir nuestro sacerdocio, ofreciendo nuestras buenas acciones y dolores para contribuir en la obra de la salvación del mundo”. Tere no exhorta a que vivamos este tiempo pascual en actitud redentora.   

Los místicos son un regalo providencial para esclarecer la vida de Gracia. El P. Fernando Torre, M.Sp.S., en “Naciste para otros” nos refiere que Concepción   Cabrera   escucha   que   Jesucristo   le   dice: «Naciste   para   otros, levántate; Yo   me   encargaré   de   ti».   Dejar de vivir para nosotros mismos y vivir para Dios y para los demás es una gracia; pero muchas veces no queremos recibirla, pues pide paciencia y constancia y exige gran esfuerzo de nuestra parte. Concluye el P. Fernando.  

El propio papa Francisco es referencia para Guadalupe Moreno en la búsqueda del Resucitado. “Jesús se presenta ante todos, como diciendo: si tú quieres encontrarme, no busques lejos, quédate en la comunidad, no te vayas, reza con ellos, parte con   ellos   el   pan.   También, eso   nos   dice   a   nosotros:   es   ahí   donde   puedes encontrarme, donde te mostraré mis llagas:” 

Francisco nos invita a preguntarnos ¿dónde buscamos al Resucitado? ¿En algún evento especial, en alguna manifestación religiosa espectacular, en nuestras emociones o sensaciones?  ¿O en la comunidad, en la Iglesia, aceptando el desafío de quedarnos, aunque no sea perfecta? 

Algunos afirman que la filosofía, el anhelo de la sabiduría, consiste en saber plantear las preguntas correctas. Así sea el camino pascual cara a Jesús Resucitado para nosotros. 

Feliz Pascua de Resurrección hermanos. 

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