por Marzo da pie al inicio de la primavera y se caracteriza por ser el mes en el que florecen las plantas y reverdecen los árboles. Un mes en el que, de manera natural, las personas nos sentimos más alegres, empáticas y conectadas con los demás. Incluso, hay psicólogos que han estudiado este “fenómeno” con el fin de determinar las causas por las que nos sentimos más entusiastas, con más vigor y con más ganas de vivir la vida.
Y ya que es un mes en el que florecen las plantas, por qué no aprovechar esta “ola”, uniéndonos de manera que podamos florecer nosotros también. Podrías empezar enfocándote en 3 principales áreas de tu vida:
Florecer en tus talentos, dándote la oportunidad de desarrollar e incrementar tus capacidades. Piensa, por un momento, ¿en qué podrías mejorar? ¿Cuáles son esas habilidades que han quedado “dormidas” para las cuales sabes que tienes talento? ¿Cuál sería esa aptitud que, de perfeccionarla, te brindaría los mejores resultados?
Florecer en tus habilidades socioemocionales, permitiéndote ser más empático, más colaborativo, adentrando en el autoconocimiento, con el fin de ser una persona más completa, que sabe regularse y expresar sus emociones de manera correcta beneficiando a los demás, pero, principalmente, a sí misma.
Florecer en tus relaciones, en aquellas en las que sabes que podrían mejorar. En la relación con tus hijos, con familiares o amigos de los que te has distanciado. Uno de los momentos en los que somos más felices es cuando nos sentimos conectados con los demás. Y ¡qué mejor que con las personas importantes para nosotros!
Date la oportunidad de hacer, de marzo, el mes en el que te permites florecer, alcanzando todo tu potencial, convirtiéndote en la mejor persona que sabes que puedes ser y vivir tu vida como siempre la has soñado.
