8 de julio de 2024

Un espacio para crecer, la pelota está en tu cancha.

El inicio de un año se presenta como una gran oportunidad para hacer cambios, empezar proyectos y enfocarnos en lo que queremos lograr. Nos entusiasman las posibilidades que se presentan y tenemos todo el empuje para trabajar en ellas. Sin embargo, a medida que pasan los días, la motivación disminuye y el logro de nuestros objetivos se pone en riesgo. Para evitarlo, conviene que consideres lo siguiente:  

1. Ten claro por qué lo definiste en un principio y enfócate en el resultado final. ¿Qué tan importante es para ti ese propósito? ¿Qué te motivó a definirlo en un inicio? ¿Cómo te sentirás una vez que lo consigas? ¿Qué impacto tendrá en tu vida?  

2. Decide que es posible lograrlos. Es necesario que tomes la decisión consciente de que realmente los puedes conseguir. Si alguien ya lo logró, tú también puedes hacerlo. Y, si no, siempre puedes ser el primero. 

3. Prémiate por los pequeños avances. No esperes a llegar a la meta para celebrar. A medida que vayas progresando, es importante que vayas reconociendo tus progresos. Esto te va a ayudar a mantenerte motivado y enfocado a lo largo del camino.   

4. Si fallas un día, retoma lo antes posible. Es común que las personas fallemos al tratar de alcanzar algo nuevo, algo que no hemos intentado antes o algo que nos cuesta trabajo. La clave es no quedarte ahí sino darte cuenta de la falla y retomar lo antes posible para que no se forme una bola de nieve.  

5. Busca a alguien que te apoye, un amigo que te ayude a hacerte responsable de avanzar. Su función consistirá en darte ánimos y acompañarte a lo largo del camino. Será más fácil que logres tus objetivos teniendo a tu lado a alguien que te anime seguir adelante. 

Pero lo más importante es que te des cuenta de que la única persona que lo puede lograr, eres tú. Ten presente que la pelota está en tu cancha… 

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