3 de julio de 2024

Jeringas de glucosa que transmiten enseñanzas  

Un niño de tres años ha tomado más diez botellas de agua en una hora. Le jala la mano a su mamá insistentemente. “¡Quiero ir al baño otra vez!” Con sus manitas, se hace masaje en los pies y dice que le duelen. Las lágrimas no paran de recorrer sus mejillas y los llantos de salir de su boca.  Al día siguiente, su papá, desesperado, golpea el muro del cuarto de hospital mientras su hijo se encuentra internado para evitar que le dé un coma diabético. Y, así como esta, hay miles de historias más que han cambiado el rumbo de miles de vidas. 

Mucha gente ha escuchado el termino diabetes tipo 1. Pero pocas saben realmente lo que esto implica para la persona que la padece y los que están a su alrededor. He podido llegar a conocer a quienes han sido marcados por esta enfermedad y, por lo que he vivido, puedo decir que los que logran hacer de ella un estilo de vida tienen mucho que enseñar al mundo. Son un ejemplo para seguir. 

La diabetes 1 es considerada una enfermedad autoinmune, que nadie desearía tener.  El páncreas pierde la capacidad de producir la hormona de la insulina y este se vuelve dependiente de inyecciones o bombas de insulina que ayudan a controlar la glucosa en la sangre. Me gusta pensar que, en ciertas personas, esto les hace ser autoinmunes a muchos problemas… 

Si fuéramos observadores, podríamos darnos cuenta el súper poder de disciplina que muchas de estas personas adquieren. Si un niño de tres años logra resistirse a un chocolate, mientras todos los demás en la fiesta disfrutan de una mesa de dulces, entonces, cualquier otra persona puede persistir con su voluntad. Aprendamos que, a veces, debemos resistirnos a lo que queremos en ese preciso momento. 

El pequeño de tres años está sentado en la orilla de su cama, viendo los extraños objetos que han invadido su cuarto. “De acuerdo, jeringa, vamos a hacer un trato. Yo te usaré cada vez que mi mamá me diga. Pero, tú, me tienes que prometer que no me vas a picar fuerte… Si cumplimos el trato, ¡acepto estar contigo hasta que esté viejito!” 

Aquellos que logran hacer de su diagnóstico un estilo de vida tienen un gran super poder para vivir felices y en paz, aceptando quienes son. Todos nos enfrentamos a diferentes retos en la vida, pero el primer paso para poder vencerlos es aceptarlos y querer a nuestro cuerpo tal y como es.  

Pocos son los que aceptan que lo importante es resolver las cosas, acompañados. Estar al lado de las personas que nos quieren es la clave para poder llegar al otro lado. Si lo haces solo, es probable que te quedes a la mitad del camino. Valorar la ayuda y la compañía es un súper poder, sumamente presente en la vida de todos. 

Nuestro cuerpo no solo se ve afectado por lo que está dentro, sino, también, por lo que sucede afuera. El amor, el ejercicio y el estrés son factores que pueden, también, alterar la glucosa en la sangre y nos demuestran que, para estar saludables, debemos poner atención a muchas más cosas que solo a lo que comemos. 

Enfrentarte a algo como la diabetes 1 no es nada fácil. En el camino, te encuentras con frustraciones, corajes y lágrimas. Pero, también, puedes adquirir ciertas visiones de la vida que otras personas nunca podrán tener. La unidad de la familia, la disciplina, el aprecio por uno mismo, el enorme valor de las personas de las que nos rodeamos y el verdadero cuidado de la salud, son lecciones que personas con diabetes pueden inyectar en la vida de muchos. Porque ellos se convierten en superhéroes, equipados para lograr sobrellevar sus problemas y ayudar también a los que los rodean. 

Deja un comentario