por Desde éste 29 de septiembre y hasta el 1° de octubre se realizó el encuentro Muelle 153 en Proyecto Cruces, ubicado en Tlalpan, este se realiza anualmente desde hace tiempo con el propósito de reunir a varios equipos de las distintas plataformas de la Provincia México de los Misioneros del Espíritu Santo que pertenecen a la pastoral juvenil vocacional, para crear un espacio de reflexión y encontrar nuevas formas en las que el Espíritu guíe a la Congregación para dar mejores respuestas a las inquietudes juveniles y generar una cultura vocacional firme en sus parroquias y templos.
Con la presencia de varios sacerdotes y hermanos Misioneros del Espíritu Santo, religiosas, y laicas y laicos comprometidos con la Espiritualidad de la Cruz, destacándose la presencia de jóvenes de Oaxaca, Mérida, Puebla y Ciudad de México, los participantes escucharon sobre las distintas estrategias emprendidas por el equipo de promoción vocacional de la Provincia para acercar la cultura vocacional a los jóvenes, así como también la manera en la que la Congregación se ha puesto al servicio de las inquietudes y retos actuales de los jóvenes para que puedan, como fin último, encontrar la plenitud y autenticidad en su vida por medio del discernimiento vocacional, ya sea a la vida religiosa, al sacerdocio, o al laicado.
El encuentro estuvo lleno de momentos de oración, reflexión, compartir y escuchar la manera cómo se ha trabajado en los últimos meses para hacer más eficaz la labor vocacional. Todo esto en un ambiente de fraternidad y familiaridad en el que se pudieron generar lazos entre los distintos equipos, que, en algunos casos, no se conocían con anterioridad.
Al finalizar, cada equipo se reunió para generar ideas sobre cómo aplicar mejor lo reflexionado en sus parroquias o templos, de acuerdo con la realidad de cada lugar.
Elevamos nuestras oraciones a Dios, por intercesión de la beata Conchita Cabrera y del venerable padre Félix Rougier, para que ilumine a los distintos equipos y agentes de Pastoral Juvenil Vocacional en esta labor para generar cultura vocacional en sus realidades.
Si tú, como joven, tienes alguna inquietud de hacia dónde dirigir tu vida, no temas en acercarte a algún Misionero del Espíritu Santo, religiosa, o laico, que seguro sabrá ayudarte.
¡Ánimo firme! ¡Qué viva la Cruz (vocacionada)!
