8 de julio de 2024

Vaticano

Lo que la vida nos ofrece 

En esta ocasión, el Papa Francisco nos habla sobre la parábola que narra la historia de un comerciante que va en busca de piedras preciosas. En ella, Jesús nos dice que el comerciante encontró una perla. Así que, vendió todos sus bienes y la compró (Mt 13,46). Detengámonos un poco en las acciones de este comerciante que, primero, busca; luego, encuentra y, finalmente, compra

Al buscarla, nos enseña que es emprendedor, sale de su casa y se pone a buscar perlas preciosas. No se conforma con las que ya tiene, sino que busca otras más bellas. También nosotros debemos tener esa actitud, evitar encerrarnos en la costumbre, salir a reavivar el deseo, seguir adelante, cultivar los sueños, buscar la novedad del Espíritu que hace nuevas las realidades de la vida (cf. Ap. 21,5).  

Al encontrarla, nos hace ver que el mercader es una persona prudente, que sabe reconocer una perla de gran valor. Pensemos en los fascinantes bazares, llenos de mercancías. Si uno se detiene a mirar, puede descubrir cosas muy valiosas. Esto es un aprendizaje para nosotros: cada día, en casa, en la calle, en el trabajo, de vacaciones, tenemos la oportunidad de vislumbrar el bien, entrenarnos para reconocer las gemas preciosas de la vida y distinguirlas de las baratijas. No desperdiciemos el tiempo y la libertad en cosas triviales, pasatiempos que nos dejan vacíos por dentro, mientras la vida nos ofrece, cada día, la perla preciosa del encuentro con Dios y con los demás. Pero, hay que saber reconocerla: discernir para encontrarla, expresó el Papa. 

Al final, el comerciante compra la perla. Al darse cuenta de su inmenso valor, vende todos sus bienes para conseguirla. En su almacén, solo queda esa perla: su única riqueza, el sentido de su presente y de su futuro. Esto, también, es una invitación para nosotros. ¡Esta perla es el mismísimo Señor! Hay que buscarlo, encontrarlo y vivir con Él. Merece la pena invertirlo todo en Él, porque, cuando uno encuentra a Cristo, la vida cambia.  

Al finalizar, el Papa nos invita a reflexionar en estas tres actitudes: buscar, encontrar, comprar y meditar estas preguntas En mi vida ¿estoy en búsqueda? ¿Me siento bien, conforme o entreno mi deseo por el bien? ¿Estoy en una “jubilación espiritual”? ¡Cuántos jóvenes están “jubilados”! ¿Trato de discernir lo que es bueno y viene de Dios, renuncio a lo que me deja poco o nada? ¿Sé gastarme la vida por Jesús? ¿Está Él en primer lugar para mí, es Él el mayor bien de la vida? Qué bonito sería decirle hoy, desde nuestro corazón, «Jesús, Tú eres mi mayor bien».  

Que María nos ayude a buscar, encontrar y abrazar a Jesús con todo nuestro ser. 

https://www.vatican.va/content/francesco/es/angelus/2023/documents/20230730-angelus.html

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