8 de julio de 2024
jóvenes unidos en oración

Editorial

Memoria del martirio de S. Juan Bautista 

Agitación, más tráfico, la CDMX sufre un fuerte cambio…Inician las clases y, con ellas, el ritmo de los capitalinos resulta más agitado y complicado. Y junto con los alumnos de todos los planteles educativos, aunque mucho más discretos en número y movimientos, también en los seminarios católicos los futuros sacerdotes comienzan sus procesos de formación y discernimiento. 

En Aguascalientes, el postulantado de los M.Sp.S. da la bienvenida a jóvenes de las distintas provincias. Llegados al desierto como Juan el Bautista, se encuentran todos, con su cultura, sus tradiciones, diversidad de realidades movidas por una sola fuerza: la Vocación, que es la respuesta al discernimiento vivido por todos ellos en los meses anteriores. 

El presente número de nuestra revista tiene una especial atención a ese tema capital para la Iglesia y el Reinado de Dios. La respuesta personal para servir a Dios según una consagración específica   

El P. Bernardo Sada MSpS nos refiere que: “Vamos descubriendo la vocación, a través de experiencias y personas que provocan que la vida nos encante y que nos arriesguemos a soltar la seguridad de la orilla, para lanzarnos a dar vida.” 

Dejar la barca, la familia, todo para seguirle sin condición o atadura alguna. Así de grande y poderosa es la fuerza de ese llamado de Dios. Se descubrió una riqueza incomparable, nada puede justificar perder ese hallazgo divino. Se trata, como lo expresa Guadalupe Moreno, ¡de una perla que “es el mismísimo Señor! Hay que buscarlo, encontrarlo y vivir con Él. Merece la pena invertirlo todo en Él, porque, cuando uno encuentra a Cristo, la vida cambia. 

Ante el altar, sea en la boda, la confirmación o la consagración sacerdotal el corazón se acelera, se estruja. Nadie es digno de cualquier Gracia Sacramental, es puro Don. Y en mi opinión, muy en especial cuando se trata de entregarse en oblación sacerdotal para la eternidad como Jesús… “ha escogido Dios lo débil de este mundo, para confundir a los poderosos y sabios según la carne” (1Cor 1, 26) nos recuerda el P. Sergio Garcia (QEPD) El poder misterioso de las semillas de Dios ante los poderes del mundo. 

Se están “sacrificando los sentimientos a la Divina Voluntad, unida al Espíritu Santo, ofreciendo su sacrificio en unión con el de Cristo Jesús. Para nosotros MSpS ese es el centro salvífico de la Espiritualidad de la Cruz. Imitamos así a nuestra madre, María, para vivir la Cadena de Amor”, explica Sonia Villaseñor en páginas interiores. 

Pues María, añade Gaby Santos, nos ayuda a recordar que toda la vida es vocación y llamada: la iniciativa parte siempre de Dios, que nos ama; por esa razón, nos ha creado y está haciendo, con nosotros, una historia de amor y de salvación.  

Cualquiera que sea tu vocación, laical, incluso como Diácono llevando el testimonio desde tu hogar, o en el matrimonio entregado al servicio de la iglesia y a Dios, en palabras del D.P. José Ignacio Abarca, o en consagración religiosa o sacerdotal, Dios te hará muy fecundo.  ¡Así sea! 

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