por ¡Dios nos dio un mundo perfecto! El ser humano lo ha destruido y, ahora, solo estamos cosechando lo que hemos sembrado durante muchos años. La tierra está cansada de darnos todo y de recibir solo contaminación y destrucción por parte de nosotros.
Hasta 1950, la producción de plástico era escasa y se limitaba a ciertos artículos. Desde esa década hasta la actualidad, se han producido más de 8 millones de toneladas de plástico, que, a pesar de haber sido desechados, continúan conviviendo con nosotros y, lo peor, la mayoría de ellos acaban en los océanos y mares.
Existen registros de más de 270 especies que han quedado enredadas y más de 240 especies que han ingerido plásticos a través de alimentos y agua. Además, el aumento de CO2, ocasionado por la incineración del plástico, será tres veces mayor para el 2030, debido a la mala gestión de desechos: 104 millones de toneladas métricas adicionales de plástico contaminarán nuestros ecosistemas para ese año. (National Geografic Español).
Convivimos con el plástico: bolsas, botellas, alimentos envasados, mascarillas, juguetes de plástico, vasos y cubiertos, muebles de plástico… Si nosotros fuéramos inquilinos de este planeta y el dueño llegara a reclamarlo, se decepcionaría al ver que, un lugar tan perfectamente equilibrado, pensado y creado, se hubiera convertido en algo irreconocible.
Por esta razón, surgió la necesidad de establecer el Día Internacional de las Bolsas de Plástico y lo celebramos el día 3 de julio, fomentando así su consumo responsable. Los motivos son muchos más de los antes mencionados: el principal, nuestro mundo, el único hogar que tenemos, ya nos está demandando un cambio de vida.
Para ir al mercado, nuestros abuelos llevaban canastas de mimbre. Hasta hace unos años, regresábamos con varias bolsas de plástico y, aunque estas ya se han prohibido en varios lugares, aún hay mucho por hacer.
El estilo de vida actual nos ha llevado a generar una cantidad de residuos mayor de lo que nos podíamos imaginar. No podemos seguir así, las consecuencias ya nos están alcanzado causando daño a los seres vivos y al medio ambiente.
Que a las nuevas generaciones les toque conocer un mundo más limpio, está en nuestras manos, ¡pongámonos en marcha!
