8 de julio de 2024

Editorial

Ntra. Sra. Del Perpetuo Socorro 

Gozando o a punto de hacerlo ya, muchos niños y jóvenes inician el período vacacional. También entre los adultos organizan tiempo de descanso o encuentros familiares. 

Julio, como antesala y comparsa de agosto, tiene tales apetecibles ocasiones dentro de los calendarios laborales y escolares. 

En cristiano no podemos hablar de “vacaciones” propiamente, antes bien esos tiempos, liberados de exigencias académicas o productivas, pueden y debieran ser ocasión de Dios.  

En este ejemplar, la centralidad en Jesús y su Buena Noticia, resultan una bendita oportunidad que puede aprovecharse para disfrutar de un verdadero tiempo de Gracia en atención a Dios. 

Nuestros colaboradores Bernardo Sada, MSpS,  y Guadalupe Moreno, por ejemplo, nos llevan a contemplar a Jesús y esos dones que Dios ha dado a cada persona, valorando todo su potencial cristificante, en nosotros y al servicio de los demás, como clarísima bendición de Dios  

Bien reza la Plegaria Eucarística III del misal romano a propósito de Jesús diciendo: “por (Jésus) en quien concedes al mundo todos los bienes” 

Y para formar nuestro corazón, de manera que sea semejante al de Jesucristo, Nuestro Señor, Ana Victoria Padilla Newton nos habla sobre cómo conseguir que sea agradable a Dios: es preciso   amar equilibrada y espontáneamente, buscando el bien del otro. 

Gisele Scarniere, recuerda, haciendo memoria de San Juan Pablo II, su proclamación a los jóvenes: “Cristo nos dijo que era el Camino, la Verdad y la Vida”   

Sumando a la centralidad en Cristo, Sonia Villaseñor se apoya en la beata Concepción Cabrera y su experiencia mística con Jesús: “Yo soy su esperanza y también su camino, quien me siga no andará en tinieblas, pero el camino que yo represento es el camino de la Cruz, quien quiera venir en pos de mí, tome su cruz y sígame. (CC. 6,250.251)”. 

Por otra parte, hallamos en esta edición una rica reflexión sobre el medio ambiente, al que el papa Francisco invita con insistencia a reconocer como el don primigenio que Dios nos confió. Tal don Divino se ha convertido en objeto de expolio y maltrato sin medida. Las potencias mundiales en un afán insaciable de productividad y poderío económico mantienen una política cancerígena de metástasis insospechadas en materia de género y de ecocidio de muchas especies animales. En el presente número de Ven y Sígueme, se expone esta problemática en varios artículos  

Un paréntesis veraniego que bien merece sea tiempo de encuentro más cercano e íntimo con Jesús. Tiempo de Dios. 

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