por El amor siempre encuentra recursos de amor
¿A qué personas amas o quieres amar? ¿Qué valores quieres conseguir? ¿Hacia cuáles metas te diriges? ¿De qué esclavitudes quieres liberarte? (De preferencia, responde por escrito).
«El amor siempre encuentra recursos de amor»1. Concepción Cabrera dice que escuchó estas palabras mientras dialogaba con Jesucristo acerca de la encarnación y la Eucaristía.
Donde no hay amor, todo es obstáculo o nos sirve de excusa; donde hay amor, nada nos detiene o nos desanima.
El amor es inteligente, ingenioso, creativo, generoso, perseverante, osado; es un manantial inagotable de pasión, ideas, deseos, iniciativas, acciones, recursos. El amor enfrenta dificultades, supera obstáculos, asume riesgos. El Amor – con mayúscula – es una persona: el Espíritu Santo, Espíritu creador.
Si amamos a alguien, encontraremos los medios y el tiempo para entrar en contacto con esa persona. Si anhelamos algo, encontraremos los recursos para conseguirlo.
Así es el amor de Jesucristo. Y, puesto que Él nos pidió que amáramos como Él (cf. Jn 13,34), así ha de ser nuestro amor a Dios y al prójimo; nuestro amor a la propia vocación y a las exigencias que implica, el amor a la propia misión y a las tareas que conlleva.
Vayamos a nuestra historia: recordemos lo que hicimos para mostrar nuestro afecto a tal persona; lo que batallamos para conseguir o construir eso que deseábamos; los riesgos y las renuncias que asumimos; las críticas o burlas que soportamos…
Volvamos al presente. Lee las respuestas que diste a las preguntas que se hallan al principio. ¿Qué estás dispuesta/o a hacer? ¿A qué tienes que renunciar o qué tienes que soportar? ¿Cuáles son los «recursos de amor» que has encontrado para conseguir lo que deseas?
Y, para terminar, entre las personas que amas o quieres amar, ¿pusiste a Dios?
