8 de julio de 2024

Por los caminos del Evangelio

Jesús se va ya, no solo para enviar al Espíritu Santo, sino para completar, lo que yo llamo, el “círculo dinámico del amor”. Salió del Padre, regresa al Padre. No es una ausencia, ni de sus apóstoles ni de nosotros, sino de una nueva presencia por el amor. El mismo Jesús, que hoy sube al cielo, creó muchas formas para garantizar su presencia entre nosotros:

  • La Eucaristía, “tomen y coman, esto es mi cuerpo… tomen y beban, esta es mi sangre…” Él es el pan y el vino consagrados, que adoramos y comulgamos.
  • La Comunidad, “donde dos y tres están reunidos en mi nombre, ahí estoy Yo en medio de ellos”.
  • Los Evangelizadores: “Vayan, por todo el mundo, a predicar el Evangelio y sepan que Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el final” (Mc 16,18).
  • Los pobres y necesitados: “lo que hagan, cualquier cosa, con mis pequeños y pobres, me lo hacen a mí…”
  • Tú y yo y cada uno en sus corazones: “El que me ama será amado de mi Padre, vendremos a él y haremos nuestra morada en él”.

El encarnado es el crucificado, el crucificado es el sepultado, el sepultado es resucitado, el resucitado es el glorificado y nos prepara un lugar donde Él quiere que estemos. Jesús es la cabeza y nosotros somos su cuerpo y, si Él ha triunfado, alguien muy nuestro ha llegado a su plenitud.

No sabemos ni nos interesa saber cuál es y cómo será el fin del mundo, si será catastrófico o la firma final del Creador del mundo. Lo que sí nos interesa es saber cuál el destino final y colectivo de este mundo, que salió de las manos creadoras del Padre, que todo lo hizo con sabiduría y amor.

Sí, se va y ya nos lleva con Él, iniciando la obra de la santificación. Se encontrará con su Padre amado, que lo engendró, y su papá querido, José, que lo adoptó. Ahora, lo reciben con un júbilo especial. Esta es la Ascensión del Señor que celebramos, se levanta nuestra mirada y nuestros brazos se extienden hacia arriba esperando recibir al otro Paráclito, el que los llevará a la verdad completa, el que actuará, en ellos, para continuar la obra de Evangelización. Aleluya, aleluya.

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