por Resumen: No estamos solos, Dios, que es bueno, nos cuida y procura el bien para cada uno de nosotros. Él tiene ilusión de nuestra respuesta de fe, pero no nos obliga. Si queremos, podemos estar cerca de Dios, solo basta que digamos que sí. La Palabra de Dios es vida, acerquémonos a las Escrituras.
¿Solos en la inmensidad del universo? No, los seres humanos no estamos solos. ¿Cómo sentirnos solos, si es Dios mismo quien nos ha creado? Somos preciosos a sus ojos, Él nos ama, tanto, que nos ha llamado a la vida, a cada uno por nuestro nombre, de manera individual. ¿Cómo podría abandonarnos?
El Señor nos ha elegido para Él y quiere comunicarse y relacionarse con nosotros. Si ponemos atención, podemos darnos cuenta de todos sus dones, de su cercanía, de su amor para con cada uno de nosotros.
Aún en medio de las dificultades, nuestro Padre está cerca y nos habla. Basta con reconocer su ternura, su acción en la propia vida. Porque nuestras propias fuerzas son insuficientes y, solamente con su ayuda, salimos adelante. Solo Él es capaz de sostenernos con vida y abrazarnos a través de nuestra propia historia. En medio de las circunstancias, Él es quien puede hacer que todo suceda para bien. Es, por eso, por lo que nos puede faltar lo que sea, pero el amor de Dios no nos puede faltar, sin su amor, no somos nada.
Ya San Pablo lo dijo claramente, “aunque tuviera toda la fe para mover montañas, aunque pudiera yo hablar todas las lenguas, aunque pudiera conocer todas las ciencias, yo no soy nada, si me faltas Tú” (cfr. 1Cor 13). Porque, como humanos, a veces podemos creer que podemos solos, pero eso es solamente una vaga ilusión. ¡Somos tan débiles y limitados!
¿De qué manera estar cerca del Señor? En primer lugar, desde nuestra libertad, es necesario querer hacerlo, porque Dios no nos obliga, pero sí que está ilusionado de comunicarse con nosotros: Él nos espera. Solo entra pacientemente en tu interior y descubrirás esos deseos de paz interior, de trascendencia, que solo se escuchan desde el silencio. Así habla Dios, como una brisa suave que enciende el corazón.
Abre las puertas de tu alma, es bueno para nosotros escuchar la voz de Dios. Recordemos que la Biblia es la Palabra de Dios. Cuando oigas la voz de Dios, tendrás la certeza de que así es, porque no produce violencia; al contrario, siempre produce comunión, gozo interior, paz, amor verdadero. En suma, es Palabra de vida eterna (cfr. Jn 6, 68).
Añado esta liga, que contiene varias referencias a las Escrituras, donde se afirma que la Palabra de Dios es Vida eterna.
