8 de julio de 2024

Salud y Bienestar febrero 2023

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera un adulto mayor a la persona mayor de 60 años. Debido al incremento en la esperanza de vida, al decremento en la fecundidad y los avances en la atención médica, la cantidad de adultos mayores es cada vez mayor. En esta etapa, se presentan con mayor frecuencia las enfermedades crónicas, propias del deterioro físico por el envejecimiento de los órganos y tejidos del cuerpo. Existen importantes cambios fisiológicos, psicológicos y sociales.   

El estado de nutrición también es muy importante. Desde la desnutrición, hasta el sobrepeso o la obesidad, pueden causar diferentes enfermedades asociadas a este, como anemia, dislipidemia, diabetes, osteoporosis, artritis… por lo que debemos seguir estas recomendaciones: 

  • Ingesta diaria de líquidos. Es muy importante cuidar que sea, por lo menos, 30 ml/kg de peso. Ejemplo, una persona de 60 kilos, por lo menos, deberá ingerir 1800 ml/día. El consumo de ciertos medicamentos y la disminución de la sensación de sed pueden contribuir a la deshidratación. 
  • El consumo adecuado de fibra dietética, presente en verduras, frutas, cereales integrales y leguminosas, evita problemas de tránsito intestinal lento o el estreñimiento, favorece la sensación de saciedad y mejora los niveles de glucosa y colesterol en sangre. 
  • La reducción en el consumo de azúcar y sal, así como de los productos que las contienen como: refrescos, botanas comerciales, jugos procesados de fruta o de verdura, caramelos, postres, embutidos, quesos maduros, entre otros, retrasa la aparición de la diabetes o de la hipertensión arterial. 
  • Los adultos mayores se encuentran en riesgo de desarrollar deficiencia de vitamina D, debido a la baja exposición solar y a su bajo consumo. Alimentos ricos en vitamina D: huevo, salmón, sardinas, atún, mariscos. El consumo de un suplemento de vitamina D es necesario, si se llegara a presentar una deficiencia clínica. 
  • El consumo de proteínas de origen animal, como: carne de res magra, pollo sin piel, pescado blanco o salmón, huevo es muy importante por su contenido de hierro hem (de buena calidad y de fácil absorción) y, también, por su contenido de vitamina B12 que no se encuentra en los alimentos del reino vegetal. 
  • Aceite de oliva, aguacate, cacahuates, nueces, chía y otras oleaginosas, se recomiendan consumir con moderación, de modo que beneficien la fracción HDL del colesterol o colesterol bueno. 
  • Evitar el consumo de cortes de carne con grasa visible, carnes frías grasosas como: salami, mortadela, salchichas, chorizo o tocino. 

Es importante cubrir los requerimientos dietéticos y tener una dieta correcta para y poder lograr una mejor calidad de vida. 

Fuente: Clínica Mayo (Mayo Clinic) 2022. 

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