por Febrero suele ser el mes que da formalidad al año nuevo. Enero contempla preparativos, los ritmos laborales y de estudios se retoman, pero, de manera paulatina; es también mes de preparativos para el año. Febrero, en cambio, tiene un sabor más propio de lo ordinario del nuevo año, de cotidianidad en los trabajos. Si bien, es importante no olvidar que, desde la Liturgia, será el umbral de la Cuaresma.
Superado el vestíbulo, este segundo mes nos sale al paso ya un tanto encaminados. Nuestros artículos en Ven y Sígueme presentan orientaciones para asumir el día a día, nos ayudan a mirar con gratitud el hoy, no obstante, la resaca de la pandemia. Alejandra Barrera, en una dulce reminiscencia de su abuela, ofrece una mirada de los sinsabores del pasado desde el momento actual, agradeciendo a Dios los buenos frutos que, misteriosamente, los sinsabores pasados han producido.
En el mismo sentido, María Milo explica cómo los peores momentos de nuestra vida son, en realidad, los momentos que nos llevan a entender nuestra valía. A lo largo de cada jornada, el centro vital podemos ubicarlo meramente en nuestra cabeza, o bien, podemos reconocer en el corazón el núcleo principal de nuestra existencia, lo que nos mueve. Las emociones y sentimientos son la morada de Dios con nosotros.
Día con día, nuestro corazón debería estar gloriosamente habitado. “Que Jesús llene siempre tu corazón” nos propone Sonia Villaseñor, inspirada en las revelaciones místicas de Concepción Cabrera y la séptima regla de la Cadena de Amor. Porque, siendo morada de Cristo, lo cotidiano se vuelve camino, obra del Espíritu Santo y manifestación del Reino de Dios.
Dios eligió a María como nuestra Madre y compañera; maestra que enseña a guardar y meditar en el corazón los acontecimientos de Jesús en nuestro diario vivir. Varios artículos de este ejemplar de febrero nos invitan a traer a nuestra cotidianidad su presencia e intercesión.
Tal como sucediera con los apóstoles y la iglesia en sus inicios, los cristianos oraban con María, celebraban la Eucaristía junto con ella. Encomendados a la Virgen María y por la misericordia de Dios, la vida les cambió. En este mes, celebraremos la advocación de María como Ntra. Sra. de Lourdes. Gabriela Marcial Santos, Giselle Scarniere y Gabriel Villalobos nos hablan desde diversas aproximaciones sobre María y cómo invocar su presencia en nuestras vidas.
Finalmente, hacia el final de febrero, iniciaremos la Cuaresma. Guadalupe Moreno nos trae algunas pistas, para dar comienzo a ese tiempo de renovación. A la luz de las palabras del Papa Francisco, desenmascara tentaciones de recompensas baratas que distraen de la inconmensurable gracia, que es Dios mismo como recompensa.
Día con día de sus vidas, tengan, hermanos, un mes de febrero muy lleno de Cristo en sus corazones. María les sea madre, intercesora y compañera en todo momento.
