8 de julio de 2024

Respuestas de amor a Dios

¿Cuál es el nombre que Dios me ha dado? 

Con el nacimiento de Jesús, recordamos que Él es Emmanuel, Dios con nosotros. El nombre de cada persona tiene un significado, sus padres se detienen a escogerlo con mucho cariño. Nuestra Madre del Cielo tiene tres nombres: meditar en su significado nos permite profundizar en su relación tan íntima con Dios y obtener enseñanzas para aplicar en nuestra vida espiritual.  

María, su primer nombre, es el que le dieron sus padres, Ana y Joaquín. Quiere decir “Excelsa”, la que practica las virtudes en grado máximo. En hebreo, María se dice Miriam, que quiere decir estrella del mar, “Stella Maris”. Es la estrella que nos ilumina, dándonos la luz para llegar a Jesús, en medio de la oscuridad, de las dificultades de la vida. 

El segundo nombre de María es “La llena de gracia” y este es el nombre que Dios mismo le pone en la Anunciación. Este nombre de la Virgen nos explica su especial estado y su relación con Dios. Pongamos atención: Si Ella es la llena de gracia, entonces ya no cabe ninguna otra cosa más en su ser, más que solamente su amistad con el Hijo de Dios. Es la Madre de Nuestro Señor. 

Ella nos enseña a llenarnos de Él, vaciándonos de nosotros mismos. A través de los sacramentos, nos llenamos de la gracia, dejándolo entrar en nuestra alma, entendimiento, corazón y voluntad. Dios entra y llena nuestra vida, en los buenos momentos y también en los no tan buenos. ¿Cómo lo podemos hacer? ¡Soltando todo aquello que nos separa de Dios! ¡Porque tú y yo somos para Él! Jesús nos ayuda y nos acompaña a vaciarnos de nosotros mismos con la cruz y nos fortalece con la gracia de los sacramentos. 

El tercer nombre de nuestra Madre es el que se pone a sí misma: “Hágase, en mí, según tu palabra”. Ella es la esclava del Señor, significa “abrir las puertas, de par en par, a Dios”. Confía en Dios, porque sabe que Él no quita nada, sino que, por el contrario, da a manos llenas. Nos enseña que, quien sigue a Dios, no pierde su vida, sino que la gana, ya que en Jesús está la vida eterna. No se pierde la libertad, ni la felicidad. Los planes de Dios son perfectos para cada uno de nosotros, no dejemos de acudir a María, ante los peligros de la vida, y pidámosle que nos ayude a amar la voluntad de Dios para nosotros, llenándonos de su gracia, de su vida, para amarle cada vez más. 

Ante los tres nombres de María, nuestra Madre, cabe preguntarnos: Yo tengo mi nombre por el bautismo, mi nombre de pila, que es el me han escogido mis padres. Ese es mi primer nombre. Mi segundo nombre, es ser cristiano: seguidor de Cristo, mi Señor. ¿Y, mi tercer nombre, cuál es? ¿Cuál es, Dios, Padre mío, ese nombre que me quieres dar Tú, en virtud de nuestra muy personal relación? 

Deja un comentario