por Cadena de amor: La modestia
Vamos a continuar, presentando la Cadena de Amor, que le dictara Jesús a Conchita Cabrera de Armida, para hacer vida la Espiritualidad de la Cruz. Avancemos con la cuarta regla: la modestia. ¿Qué es para ti la modestia? ¿Alguna vez te has puesto a pensar en la vida oculta de Jesús? Si revisas con cuidado las escrituras, te darás cuenta de que, prácticamente, no sabemos nada de la niñez y juventud de Cristo, sino hasta sus casi 30 años, cuando su misión salvífica lo llevó a la vida pública.
Pues bien, eso es lo que se espera de un cristiano virtuoso. El ocultamiento de las aspiraciones, que anidan en nuestro interior. Analicemos, Jesús nunca hizo alarde de su poder, de su fuerza. Su testimonio de oración era buscar un lugar, solo y apartado, para el encuentro con su Padre Dios y, así, nos recomienda hacerlo a nosotros también, pues solo el Padre, que ve en lo secreto, escuchará nuestra plegaria. Luego entonces, necesitamos trabajar conscientemente, para procurar pasar desapercibidos, para no presumir, para buscar la sencillez en todo lo que hagamos.
El P. Carlos Vera sugiere imaginar cómo era un día en el taller de Nazaret. Imaginemos a José, enseñando a Jesús, Dios omnipotente, a trabajar y a obedecer y observemos, en este escenario, a Jesús acogiendo amorosamente sus enseñanzas, siendo agradecido por su amor y paciencia. Imaginemos, también, a María, Reina del Cielo, fregando pisos, cocinando, lavando y, como en todo hogar, amándose, cuidándose y procurándose entre los tres.
Le dijo Jesús, a Conchita: “La modestia es hija de la pureza y la humildad, … tiene su morada en el fondo del alma que la posee: de lo que hay en el interior” (Vera, 2019, P. 58). Desmenucemos estas frases en oración, haciéndolas nuestras. ¿Qué te dicen? ¿A qué te invitan?
Reflexionemos: ¿En qué actitudes reconozco el ocultamiento de Jesús en su vida? ¿Cómo puedo hacerlo vida en la mía? ¿Vivo conscientemente mi servicio y entrega a los demás? ¿Qué es lo que motiva mi entrega? Cuando doy algo, ¿lo hago en silencio, en el ocultamiento o lo hago visible a los ojos de los demás? ¿Qué descubro con esta reflexión? ¿Qué necesito hacer para aumentar en mi vida la virtud de la modestia? ¿Estoy dispuesta o dispuesto a hacerlo?
Referencias:
Vera, C. (2019). Vivir la Cadena de Amor. México: Publicaciones CIDEC
