8 de julio de 2024

Abrazos

Abrazar es uno de los verbos que más resuenan en mi historia vocacional y uno de los más damnificados por la pandemia. Es una necesidad profundamente viva en quienes nacimos, para llegar a la comunión en el amor más pleno. 

Es la respuesta que acerca a la humanidad con la divinidad, la alianza que Dios mantiene fielmente, el clamor más humilde de la gente que anhela volver a Dios. Es la expresión más obvia del amor. 

Abrazar es el silencioso misterio que acontece en el momento cumbre de la última exhalación del Redentor en la Cruz, cuyo grito, al Padre y a la humanidad, es el abrazo más poderoso en el cosmos. 

Abrazar ofrece vida, es terapia integral que sana y cura, que revitaliza y recrea, ahí, donde la vida parece haber sido malherida. Ofrece ternura, cuando la necesidad de expresar y recibir afecto apremia, cuando no queda más que sentir la presencia de quienes amamos. 

Abrazar infunde fuerza, sostiene y ofrece cobijo, cuando el sufrimiento ha mermado la energía. Es lo que echamos en falta del ser amado, cuya partida de esta vida nos duele y conmueve, la reacción espontánea con la que mejor podemos decir «hola» y» adiós» 

Abrazar expresa amor, en cualquiera de sus manifestaciones, y, ya solo por eso, es gesto sagrado que debemos honrar y practicar consciente y reiteradamente. Aplaca la ira y sosiega el enojo, es la forma más rápida de conciliar y reconciliar a quienes han estado enfrentados por el conflicto. 

Por eso, aunque la incertidumbre nos ha provocado desconfiar de la cercanía corporal de las personas, honremos el abrazo y anhelemos volver a abrazar. No nos resignemos a que la relación sin abrazos sea la «normalidad».  

Hagamos del abrazo el pacto con el que renovemos un día la alianza con el Dios de la vida, revelado por el Espíritu en Cristo, el ritual con el que un día celebremos de nuevo la vida y la salud para la humanidad. 

Espíritu Santificador, amor que habitas personal y misteriosamente en el corazón, que volvamos a sentirnos abrazados por ti, Señor, que volvamos a abrazarnos con sincero amor y que volvamos siempre a abrazar, con el más respetuoso y cariñoso gesto de honor a la vida y la creación. 

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