Hoy pienso en los jóvenes quienes viven tiempos difíciles en medio de esta terrible pandemia que parece sacada de una película de ciencia ficción y que parece no tener fin. Muchos se contagiaron y sobrevivieron, siendo más el miedo por lo leído y escuchado que los propios síntomas de la enfermedad.
Se ha hablado mucho de COVID y cuarentena, y aunque nos sigue causando temor y dolor, en casos extremos, ya es parte de nuestra vida cotidiana.
Nuestros jóvenes están en una etapa en que quieren comerse la vida a puños, vivir con prisa, correr, soñar, en una búsqueda continua y acelerada. Sin embargo, estos últimos dos años les han quitado paz, armonía interior, confianza y sueño… más allá de los cumpleaños y las graduaciones no festejadas, de las fiestas, reuniones y viajes que se esfumaron están sus miedos, angustias, metas no logradas, tiempos de soledad, vacío, desesperanza, tedio y sentimientos de desamor.
Las redes sociales generan un stress adicional, un conflicto entre el ser y el querer, aunado a los conflictos de la niñez con sus propias heridas de abandono, rechazo, inseguridad, desconfianza e injusticia entre otras, haciéndolo màs complejo, en un momento en el que deberían estar conociéndose a sí mismos, creando y aceptando su personalidad, moderando su temperamento y forjando su carácter; decidiendo a que quieren dedicarse el resto de su vida o con quien compartirán su futuro. La pandemia vino a poner un obstáculo, a distraerlos, a truncar planes y romper proyectos.
¡Cómo no sentirse solos ante este panorama de decepción, incertidumbre y aislamiento! Ahora, con cubre bocas, lavado de manos, gel y precaución tratan de volver a su clases o trabajos, de manera presencial, cargan con el daño de estos tiempos de desolación y ansiedad. Con cautela se reintegran a la cotidianidad organizándose, tratando de reconocer sus emociones, reconectándose con los amigos, retomando sus actividades.
Que importante es tener confianza en Dios, seguir siendo amables con ellos mismos y con los demás, volver a su centro agradeciendo la bendición de seguir aquí y de manera activa ser parte del mundo exterior, tratando de hacer de esta experiencia, que les dio seguramente madurez temprana, una oportunidad de fortalecimiento interior y crecimiento personal.
Pero si en estos momentos se han alejado del Señor, si están enojados, si desconfían, nos toca a los adultos con sutileza, amor, tolerancia y muchísimo amor acompañar y guiar de manera discreta, con ejemplo, temple y la fuerza que nos dan los años de experiencia y pérdidas.
Aquí dos citas bíblicas para compartir con nuestros jóvenes:
Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios.
Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.
(Isaías 41:10)
Aun los jóvenes se cansan, se fatigan, tropiezan y caen; pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.(Isaías 40:30-31)
Como regalito agrego esta lista de 20 canciones que publico la UNICEF asegurando que nos pondrán de buen humor…
- Going up the country – Canned Heat
- Someday – The Strokes
- Fearless – Pink Floyd
- Don’t look back in anger – Oasis
- Whatever – Oasis
- All you need is love – The Beatles
- Sense – King Gizzard and the Lizard Wizard
- Dear prudence – The Beatles
- Don’t think twice its all right – Bob Dylan
- Train in vain – The Clash
- Hotel Yorba – The White Stripes
- Touch of grey – Grateful Dead
- Rain – The Beatles
- Mr. Blue sky – Electric Light Orchestra
- Alright – Supergrass
- Arrullo de estrellas – Zoé
- Té para 3 – Soda Stereo
- Maggie may – Rod Stewart
- Heroes – David Bowie
- Good times bad times –Led Zeppelin