3 de julio de 2024

El amor familiar: vocación y camino de santidad

Vaticano 

En el mes de junio, se llevó a cabo el X Encuentro Mundial de las Familias. El Papa Francisco presentó, ante Dios, todas las experiencias, preocupaciones, anhelos e incertidumbres que el Espíritu Santo sembró en este encuentro a los padres, hijos, abuelos, tíos…  

Lo que más busca el hombre moderno es ser libre, sin condicionamientos ni limitaciones. Sin embargo, cuántas personas carecen de libertad interior: «Para la libertad, nos ha liberado Cristo» (Ga 5,1). La libertad que nos da Dios no es la vacía libertad del mundo, es la que está orientada al amor, expresó. 

Hace falta valor para casarse pero, con la gracia de Cristo, al decidir formar una familia, elegimos ser valientes y usamos nuestra libertad para amar a las personas que Dios pone a nuestro lado. La familia es el primer lugar donde se aprende a amar. Así se vive la libertad en familia.  

Defendamos a la familia, no dejemos que se contamine con el egoísmo, el individualismo, la cultura de la indiferencia y del descarte. La relación entre generaciones no es sencilla, los padres temen que los hijos no sean capaces de discernir adecuadamente y que puedan perder el camino, convirtiéndose en padres sobreprotectores. 

¡Qué importante es para los padres contemplar el modo de actuar de Dios! Dios ama a los jóvenes, pero no por eso los preserva de todos los peligros, desafíos y sufrimientos. Dios confía en ellos y llama a cada uno al sentido de la vida y de la misión.  

El amor familiar empuja, enseña y anima a los hijos a volar. No es un amor posesivo, sino de libertad. Transmitan a sus hijos la pasión por la vida, enciendan el deseo de que encuentren y descubran su vocación, que abracen la gran misión que Dios ha pensado para ellos. Así, tendrán la fuerza de afrontar y superar las dificultades de la vida. Seguir a Jesús significa ponerse en movimiento y permanecer, siempre, “en camino” con Él, a través de las vicisitudes de la vida, 

Francisco nos dice que la Iglesia nació de una familia, la de Nazaret, y está formada por familias. Todas pasan por crisis, momentos difíciles, no se rindan, sigan adelante.  Que el Señor los ayude a permanecer en la unidad, en la paz, en la alegría y, también, en la perseverancia en los momentos difíciles, esa perseverancia fiel que nos hace vivir mejor y que muestra, a todos, que Dios es amor y comunión de vida. 

¡Que Dios bendiga y proteja a sus familias y a todas las familias del mundo! 

https://www.vatican.va/content/francesco/es/homilies/2022/documents/20220625-omelia-famiglie.html

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