8 de junio de 2025

Editorial

 

Párroco de la Santa Cruz del Pedregal 

Las calles se observan tranquilas, el número de automóviles y viandantes va decreciendo… Los estudiantes, cumplidos exámenes y graduaciones, entran poco a poco en el letargo vacacional, y con ellos gran parte de la feligresía. 

Que bien puedan contar con un descanso, ciertamente bajo condiciones limitadas por el repunte de contagios, a fin de cuentas, un tiempo para reponernos, meditar lo vivido, recuperar fuerzas y centrarnos en lo importante. 

“Vengan a mí los que están cansados y agobiados” (Mt 11,28), esperamos en Dios que quienes ahora cuentan con este paréntesis en sus actividades laborales y académicas se acojan a esa invitación y puedan descansar con y en Jesús. 

Allí, a los pies del Maestro, pasar del activismo a lo Martha para ser mejor como María, escucharle en estas semanas pasado el vértigo de actividades y, para hacerlo, disponernos a la oración. 

En la reflexión veraniega del P. Fernando Torre, que podrás mirar en este ejemplar, da muy buenos consejos para conseguir esa atención amorosa a Jesús. Nos invita al examen de conciencia: “¿Cómo pretender que Dios nos escuche, cuando nuestro corazón está lleno de resentimientos, rencor y deseos de venganza?”  Y nos recomienda: “Así que, ya sabemos, si queremos que Dios escuche nuestra oración comencemos por amar y perdonar a los demás.” 

También, en esta línea de pausa y replanteamientos personales, Tere Rojas nos habla del mañana: Es estimulante tener un plan de vida, que nos brinde esperanza, alegría y estabilidad, pero es importante dejar libre al Espíritu Santo para hacer y deshacer en Él, entregárselo, confiando en que la voluntad de Dios es el único plan perfecto y el que más nos conviene…” 

Podrás leer sobre las heridas y angustias del corazón, buscando una sanación de lo alto. El P. Rogelio Cárdenas recomienda: “Que la luz inunde tu corazón”: Las guerras, que ensombrecen al corazón y duelen tanto, no siempre vienen de fuera, sino de la ignorancia y la anemia espiritual. Necesitamos respirar profundamente y, en silencio, expresar confianza en Dios. ¡Y que su luz inunde nuestra humanidad!  

Cuando parece que hemos perdido toda fuerza y no hay motivación para seguir andando, es necesario descansar y que el Espíritu sea nuestra fuerza vital.  

Estos son algunos de los recursos, buenos y muy a la mano, ofrecidos en nuestra revista cara al verano. Tan sólo uno más para cerrar esta editorial: El Papa emérito, Benedicto XVI nos recuerda: “Aquel que percibe y acepta su fragilidad y necesidad de Dios es humilde en verdad, porque descubre que es criatura del Creador, quien es Padre”. 

La comunidad de Misioneros del Espíritu Santo, ponemos en las manos de Dios el descanso vacacional 2022, deseando puedan vivirlo a cada instante con Jesús. 

¡Feliz verano hermanos! 

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